ATÓMICO 3 LANZA LA PRIMERA PLATAFORMA CON TRAZABILIDAD REGULADA PARA TRANSFORMAR LA INVERSIÓN MINERA, ENERGÉTICA Y LA ELECTROMOVILIDAD

Con la determinación de quien sabe que está pisando terreno inexplorado, Pablo Rutigliano, CEO de Atómico 3, no dudó en definir el momento como “un paso fundamental hacia un nuevo modelo económico”. Y no exagera: en diálogo con AGENDAENERGÉTICA, presentó el Plan de Transparencia Web y Mercado de Oferta y Demanda, un sistema que promete reescribir las reglas del financiamiento productivo en Argentina y en la región.

La iniciativa, basada en tecnología blockchain, tokenización de activos reales y regulaciones de la Comisión Nacional de Valores (CNV), busca convertir cada inversión en una acción concreta y cada token en una herramienta con impacto directo en la economía real. “Atómico 3 no es un experimento digital”, enfatiza Rutigliano, “es una arquitectura financiera real, auditada, regulada y con impacto industrial”.


Una inversión, mil datos: el inversor como protagonista

El corazón de Atómico 3 late en un tablero donde la transparencia no es un eslogan sino un imperativo. Cada usuario debe superar un proceso de verificación de identidad (KYC) bajo la normativa vigente (Res. Gral. 1060/2023 – CNV), lo que garantiza operaciones seguras y rastreables.

Desde ese punto, cada inversor accede a su panel personalizado, donde puede visualizar en tiempo real los proyectos disponibles, la documentación legal, los avances productivos y los flujos de retorno. No hay intermediarios opacos ni promesas vacías: hay trazabilidad absoluta.


Crowdfunding con trazabilidad por etapas: del subsuelo al mercado

El modelo escalonado de financiamiento distingue entre tres momentos críticos de los proyectos mineros:

  • Etapa embrionaria: sin certificación, con fondos inmovilizados hasta validar la existencia legal y técnica de la empresa.

  • Etapa certificada: reservas probadas con documentación bajo norma NI 43-101. El riesgo baja, la previsibilidad sube.

  • Etapa en producción: comienza la extracción, se queman tokens y arranca el rescate financiero. Retorno: LIBOR +6.

“Cada token representa una acción concreta dentro de la economía productiva”, repite Rutigliano como un mantra que desafía la lógica especulativa del viejo sistema.


Un índice para ordenar el caos: nace el precio público del litio

Uno de los aportes más disruptivos de Atómico 3 es la creación de un Índice Internacional del Litio, actualizado a diario con base en cotizaciones globales y contexto regional. Esta herramienta no sólo guía el valor de los tokens sino que permite comparar proyectos, estimar retornos y verificar en blockchain cada transacción, con fecha, hora, monto y documentación técnica.

“La trazabilidad es completa. El inversor no necesita confiar: puede verificar”, resume el CEO.


Cierre del ciclo productivo: baterías, movilidad eléctrica y más allá

El modelo de Atómico 3 no termina en la extracción minera. Lo continúa la industria:

  • Fase 2: instalación de fábricas de baterías de litio.

  • Fase 3: producción de vehículos eléctricos.

Todo bajo la misma lógica: tokenización, transparencia, rescates regulados y trazabilidad en blockchain. Una cadena de valor completa, con lógica soberana y visión de futuro.


¿Qué gana el inversor? Más que retorno: participación estratégica

Los holders de Atómico 3 no son simples especuladores. Son, según Rutigliano, “agentes estratégicos del desarrollo regional”. Participan desde la génesis de un proyecto hasta su culminación en un auto eléctrico, con acceso completo a la evolución técnica, legal y financiera. El mercado de oferta y demanda es real, el rescate es preferencial y el rendimiento es escalonado.


Una nueva infraestructura financiera para una nueva Argentina

Atómico 3 es, en palabras de su fundador, la “síntesis de la tecnología blockchain, la normativa argentina y la economía real”. Atrás queda la lógica del token volátil sin respaldo. Aquí, cada token puede financiar una mina, una batería o un auto. Y cada ciudadano puede convertirse en actor clave de una economía descentralizada, participativa y trazable.

“Porque no hay soberanía sin trazabilidad, y no hay inversión legítima sin transparencia”, concluye Rutigliano. Y con esa frase, deja claro que este proyecto no sólo propone una revolución tecnológica. Propone, en esencia, una revolución cultural y económica.