EMPLEADOS DESPACHANTES DE ADUANA RECLAMAN AUMENTO Y ANALIZAN PLAN DE LUCHA

Si el lunes no hay acuerdo, aplicarán medidas de fuerza que afectarán las terminales portuarias y depósitos fiscales

Después de numerosas reuniones que fueron de fracaso en fracaso, la Asociación de Empleados Despachantes de Aduanas (AEDA) anunció un plan de lucha en reclamo de una mejora salarial “que permita cubrir las necesidades de nuestras familias”, señaló el secretario General del gremio, Raúl Vázquez. El lunes habrá una reunión en el ministerio de Trabajo donde participarán la representación gremial y el Centro de Despachantes de Aduana (CDA). En caso de no llegar a un acuerdo, AEDA convocó a una reunión para el martes en su sede de avenida de Mayo al 600 donde decidirá las medidas de fuerza que afectarán las actividades en las terminales portuarias y depósitos fiscales.

Vázquez explicó que “en las negociaciones de actualización salarial pudimos avanzar muy poco; la última oferta de la patronal fue de un 32% que calificaron de inamovible, por los últimos cuatro meses meses (enero-abril)” y subrayó: “Esto significa que al sueldo inicial habría que sumarle $16.495.76 bruto y con esto pasaría a ser de $97.943.58 bruto; salarios que no coinciden con una actividad que gana en dólares”.

El dirigente señaló que “conociendo la inflación de diciembre, que da un anualizado del 94,8%, quedaríamos por debajo, ya que nuestra paritaria total terminaría en un 90%, recordando que el propio Gobierno sostiene que los salarios deben ganarle al costo de vida”. Remarcó que “una familia tipo necesita $ 150.000 para no ser pobre y se está cumpliendo que con trabajadores y trabajadoras registrados como en nuestro caso, estamos por debajo de esos ingresos”.

Vázquez advirtió que “no es justo que de una cantidad importante de socios que integran el CDA, sean 13 o 15 despachantes los que concurren a las reuniones y regulen los sueldos de todos”. Y añadió: “Evidentemente, no les interesa la situación salarial ni la salud de sus empleados, ya que se está poniendo en riesgo el sustento de la OSEDA que depende exclusivamente del porcentaje de aporte que nos descuentan de nuestro recibo de sueldo, y que cada vez resulta más difícil sostenerla, además fulminar el poder adquisitivo de nuestros salarios”.