SEMILLAS: RENOVADO RECLAMO POR LA DEFENSA DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL DE LAS EMPRESAS

Autoridades de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) plantearon que se avance en una solución para que aumenten las inversiones y haya más tecnología

Con la llegada de los primeros camiones cargados de espigas de maíz a esta localidad de Santa Fe, la industria semillera dio inicio a la cosecha de semillas del cereal en lo que se espera sea una campaña que recupere los stocks después de la difícil temporada pasada de sequía. 

Junto a esta expectativa, no obstante el sector sigue con un contundente pedido por la defensa de la propiedad intelectual [por la soja, el trigo y otros productos], argumentando que su falta está exacerbando la pérdida de competitividad de la Argentina y desincentivando la inversión.

La Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que cumple 75 años, es la encargada de organizar este tradicional evento todos los años. En un acto en la planta de Satus Ager con autoridades nacionales y provinciales se habló de la realidad del sector y lo que puede venir.

Durante el encuentro, Alfredo Paseyro, director ejecutivo de ASA, subrayó la importancia del respeto a la propiedad intelectual, un tema que volvió a cobrar relevancia luego que el Gobierno intentara con la fallida ley ómnibus introducir una adhesión del país a UPOV91, un convenio internacional que apunta a un marco para la actividad.

“Mucho se habló en estos días respecto a lo que es la propiedad intelectual y para nosotros es un tema clave”, dijo Paseyro, y agregó: “Hubo quienes dijeron que respetar la propiedad intelectual era poner en riesgo la soberanía nacional. De ninguna manera nosotros lo vemos así, sino que consideramos que invertir, arriesgar, dar trabajo y producir semilla de calidad contribuye a la soberanía nacional y todo esto se hace con argentinos y para argentinos”.

 “Estamos celebrando los 75 años [de ASA] desde que se fundó y lo hacemos mostrando nuestros tres pilares fundamentales que seguimos manteniendo al día de hoy: innovación, trabajo registrado y de alta calidad y sustentabilidad económica, social y ambiental”, afirmó.

ASA está compuesta por más de 80 empresas. Genera 26.000 puestos de trabajo directos. Emplea el 4% de los científicos del país. Libera al mercado 40 nuevas variedades por año de los principales cultivos. Este año la industria sembró aproximadamente 85.000 hectáreas con destino a semilla, una suba del 20% y una superficie récord para la Argentina. El año pasado, en medio de la sequía hubo una merma del 20% en la producción de semillas, lo que disminuyó el stock.

Nicolás Gear, presidente de la entidad, destacó: “Tenemos más de 80 empresas que nos avalan en 16 provincias del país con desarrollo científico y articulación público-privada. La adopción de tecnología no para y hoy sabemos que la transformación alimentaria empieza por la semilla de calidad”. Gear dijo ante las autoridades que el campo enfrenta dificultades debido a la alta presión impositiva y la falta de reconocimiento de la propiedad intelectual. Habló de un problema de rentabilidad.