OIL&GAS
EL SECTOR DE COMBUSTIBLES SIGUE CON EXPECTATIVA LOS EFECTOS DE LA CRISIS BÉLICA EN EL SUMINISTRO MUNDIAL DE PETRÓLEO

El conflicto en Medio Oriente entre Irán, Israel y Estados Unidos reaviva las tensiones en el transporte global de hidrocarburos. En Argentina, la cadena de abastecimiento energético observa con atención el panorama internacional, priorizando la continuidad operativa.
La escalada del enfrentamiento en Medio Oriente, con acciones militares entre Irán e Israel y la creciente participación de Estados Unidos, vuelve a poner en foco el Estrecho de Ormuz, paso estratégico por donde transita una quinta parte del petróleo que se consume en el planeta. Aunque los precios internacionales muestran movimientos moderados, en Argentina el eje de atención está puesto en el ritmo de circulación de crudo y sus posibles repercusiones en la cadena logística.
Las empresas vinculadas a la producción, el transporte y la distribución de combustibles siguen de cerca el desarrollo de la situación. No se trata de una alarma, pero sí de una expectativa fundada sobre el impacto que podría tener una reducción sostenida en el tránsito marítimo de hidrocarburos. Lo que está en juego, explican los especialistas, no es sólo el precio del barril, sino la fluidez con la que se reponen los volúmenes necesarios para abastecer a los distintos mercados.
En diálogo con Agenda Energética, el economista Pablo Ferrari explicó que “lo que sí podemos dar cuenta es que necesariamente un menor flujo de combustible —y digo flujo, porque hay almacenado combustible, y no necesariamente que deje de pasar por el Estrecho de Ormuz— impacta de manera inmediata en la cantidad de producto disponible. Pero sí, claramente, merma el flujo y, a futuro, merma el stock”. Para Ferrari, el seguimiento no debe centrarse únicamente en los valores de referencia, sino en cómo circula efectivamente la energía y con qué constancia.
Con experiencia acumulada en contextos adversos, el sector energético argentino refuerza su papel como engranaje esencial del funcionamiento del país. En contacto permanente con proveedores, operadores y distribuidores, las empresas del rubro ya trabajan para sostener el abastecimiento ante eventuales disrupciones, apelando a la planificación y al trabajo coordinado.
Ferrari advirtió además que el conflicto no representa un fenómeno aislado, sino parte de un patrón recurrente. “Si uno ve las últimas décadas en Medio Oriente, es más preciso hablar de una tregua transitoria que de una guerra transitoria”, señaló, en referencia a la inestabilidad estructural que atraviesa a esa región y sus implicancias sobre el transporte internacional de crudo.
En ese sentido, el economista sugirió que lo importante no es generar alarma, sino reconocer el rol estratégico que puede cumplir el sistema de distribución energética ante eventuales restricciones de flujo: “Cuando los envíos energéticos se ralentizan o se encarecen, contar con una red sólida, profesional y bien organizada hace la diferencia. El sector argentino ya está trabajando para que esa diferencia se traduzca en continuidad, previsibilidad y servicio para todos”.