UNA EVITA AMBIENTALISTA RECLAMÓ COMPENSACIÓN DE DEUDA FINANCIERA POR DEUDA ECOLÓGICA FRENTE A LOS LÍDERES DEL MUNDO EN GLASGOW

GLASGOW, (Scotland –UK ) 11 de noviembre de 2021.— Con una adaptación del musical “Evita”, miembros del movimiento civil Avaaz y de la organización Jóvenes por el Clima Argentina (JOCA) reclamaron este jueves, en el marco de la cumbre mundial por el clima, la implementación de un sistema internacional de compensación de las deudas financieras de los países emergentes por las deudas ecológicas que las naciones desarrolladas mantienen con el planeta.

“Marca la cancha, Argentina, la deuda ya no es contigo”, cantó una activista que personificó a “Evita” con el objetivo de resaltar el caso de la nación sudamericana, que posee activos ambientales cuya conservación, según distintas estimaciones, es más valiosa que su asfixiante deuda soberana.

“El caso de la Argentina es similar al muchos países emergentes, históricamente endeudados y ahora castigados por las consecuencias de la pandemia: más allá de razones éticas, humanitarias y morales, tan sólo el negocio de prevenir la próxima pandemia resultaría financieramente más barato que atenderla”, expresó Emilio Spataro de Avaaz.

Según sostuvo Avaaz, “conservar la biodiversidad, abordar la deuda climática y la degradación del suelo en conjunto requiere de una inversión de 536 miles de millones de dólares anuales para el 2050, mientras que lo gastado para atender la crisis del Covid-19 —según cálculos hasta julio del 2020 es decir, sin considerar todavía el costo de la vacunación— fue del 18.9 por ciento del PBI global, unos 16 billones de dólares”.

Los ambientalistas contrastaron que, si bien la Argentina es miembro del G20 y se encuentra clasificado como país de ingreso medio por el Banco Mundial tiene, a su vez, un índice de pobreza que supera al 42 por ciento de su población y una deuda externa -calificada por el propio FMI como insostenible- de más 320 mil millones de dólares. 

Sin embargo, “Argentina es también uno de los países que presenta una Huella Ecológica positiva por lo que la Humanidad en su conjunto se beneficiaría más si el país conservara sus activos ambientales e ingresara en la senda del desarrollo sostenible, que si se viera forzado a rematar sus recursos naturales para pagar su deuda”, sostuvo Spataro.

En este sentido, Avaaz y los jóvenes le pidieron a las partes negociadoras de la COP que, en línea con sus últimas declaraciones, adopten “un enfoque disruptivo e innovador para cambiar el encuadre país desarrollado-país emergente por el “de aportes y consumos de recursos naturales”, entendiendo que la agenda ambiental permite negociar “financiamientos” y “deudas” desde otro paradigma. 

La historia de Argentina se repite a lo largo de América Latina, en casos como Brasil, México, Colombia, Perú y Ecuador, países megadiversos que pueden ayudar significativamente al objetivo de estabilizar el aumento de la temperatura global y evitar que supere 1,5 grados centígrados.

“Sin embargo, estas naciones han sido asfixiadas por sus deudas externas y la crisis sanitaria actual. Con un adecuado manejo y presupuestos, que incluyan las experiencias de comunidades locales y pueblos indígenas, cada país del mundo y en particular los países en desarrollo pueden hacer realidad planes que les permitan recuperar su biodiversidad local, evitar una mayor degradación y un mayor impacto ambiental y de salud ante otras posibles crisis sanitarias”, señaló María Mercedes Pombo, de Jóvenes por el Clima de Argentina.