ASENTAMIENTO DE MOTORES RECTIFICADOS: QUÉ LUBRICANTES CONVIENEN UTILIZAR DURANTE ESTE PROCESO

Cuando se habla de asentamiento de motores se refiere a un proceso en la vida útil de un vehículo, ya que establece las bases para su funcionamiento óptimo a largo plazo. Este período implica determinados cuidados para garantizar un desgaste mínimo y un rendimiento máximo del motor. Se busca que las partes del motor vayan “soltándose” poco a poco y esto permite que el motor funcione como debería y favorece su durabilidad a largo plazo.

Hoy en día, en el caso de los motores de vehículos de 0km no se requiere de un período de asentamiento como se hacía hace un tiempo atrás, sin embargo, en el caso de los motores reparados o rectificados se sugiere tener algunas consideraciones. En estos casos lo ideal es:

 

Evitar aceleraciones bruscas: durante los primeros kilómetros, evitar aceleraciones bruscas o altas revoluciones. Esto permite que las piezas internas del motor se adapten gradualmente entre sí.

 

Variar la velocidad: alternar entre diferentes velocidades y cargas de trabajo para promover un desgaste uniforme y una adaptación equilibrada de las partes móviles del motor.

 

No exceder límites de velocidad o carga: mantener el vehículo dentro de los límites recomendados por el fabricante en términos de velocidad y carga durante el período de asentamiento para evitar tensiones excesivas en el motor.

 

Evitar remolcar cargas pesadas: durante el asentamiento, es preferible no remolcar cargas pesadas, ya que esto puede ejercer una presión adicional sobre el motor y afectar su desempeño a largo plazo.

 

En conclusión, lo recomendable es un manejo normal del vehículo durante un periodo de asentamiento breve, aproximadamente 1500 km.

 

Más allá de las condiciones de manejo, la marca de lubricantes MobilTM comparte una guía sobre qué aceites son recomendables para este proceso.

 

 

Lubricantes recomendados

 

Durante el período de asentamiento del motor es esencial utilizar lubricantes que proporcionen una adecuada protección y lubricación a las partes móviles del motor. Un motor recién rectificado presenta rugosidades que tienen que eliminarse, por ello se recomienda usar un lubricante de calidad para que el proceso se suave y progresivo, sin dañar ninguna parte del motor.

 

Otro punto a tener en cuenta es realizar cambios de lubricantes más frecuentes, ya que durante el asentamiento del motor habrá depósitos propios del proceso que terminarán en el filtro de aceite.