LA DESESPERANZA – RESULTANTE DE UNA VISION DE PROVINCIA EQUIVOCADA
Cuando en sus actos y discursos Rogelio Frigerio pretendía el sillón de Urquiza, expresaba: “debido a la crisis, ya no tenemos 100 días para poner en práctica las medidas necesarias, tenemos 100 horas….”. Si el hoy Gobernador no contradijo sus dichos, la pregunta adecuada y oportuna sería: ¿Qué se hizo en esas 100 horas y, siendo benévolos, qué se hizo en los primeros 100 días?
Nuestra
interpretación sobre estas primeras acciones de gobierno es que estamos ante
una equivocación esencial que surge de la comprensión equivocada de los
fenómenos económicos y que pasamos a describir:
1)
El equilibrio fiscal, reforma y modernización del Estado, NO PUEDE SER un paso
previo para llevar adelante un plan de desarrollo sistémico e integral.
2)
El ordenamiento del Sector Público, NO PUEDE SER un previo a la estrategia de
desarrollo.
3)
Orientar un proceso de inversión hacia los sectores exportadores, es UN GRAN
ERROR.
4)
Adherir sin objeciones al más brutal plan de ajuste llevado adelante por la
Nación, es UN GROSERO ERROR POLITICO.
5)
Desconocer la realidad y la morfología del subdesarrollo provincial y fundamentalmente
sus causas, es UNA FALLA BASICA.
Así
presentadas las prioridades del gobierno provincial, justamente al revés de lo
que se debería hacer para revertir el nivel de subdesarrollo y atraso, cada vez
más profundo y agudo.
Tanto
el Estado provincial hipertrofiado, elefantiásico y sobredimensionado, como un
aparato productivo anémico y desintegrado, son piezas del mismo fenómeno: el “SUBDESARROLLO
PROVINCIAL”, al cual nos hemos referido sistemáticamente en nuestros artículos
publicados.
No
existiendo integración de y en los procesos productivos, gran parte de la renta
y del poder de consumo del salario de los Entrerrianos, es transferido en forma
sumaria, sin reparos, hacia fuera de la provincia a causa de un comercio
desigual y asimétrico (drenaje de fondos y capital financiero) y su resultante
es, causalmente la DESESPERANZA que explica muchas circunstancias
que evitamos observar y que ciertamente no son nuevas.
Este
fenómeno del subdesarrollo, en términos generales, se expresa hacia adentro de
la provincia en DESEMPLEO Y FALTA DE OPORTUNIDADES, DESOCUPACION Y ÉXODO DE
PERSONAS Y SOBRE TODO JOVENES, SALARIOS BAJOS Y EL ESTADO COMO UNICA
POSIBILIDAD DE OBTENER TRABAJO ESTABLE.
El
empleo del sector público aparece entonces, en muchísimas ocasiones, como un
subsidio implícito por desempleo.
Los
entrerrianos preferimos evitar la compilación sistemática y seriada de datos
estadísticos, lo cual nos impide llevar cualquier análisis comparativo,
habilitándose tramposa y ficticiamente a todos los gobiernos asegurar que la
gestión es excelente y evadirse de realidades dolorosas que exhiben el
retroceso, deterioro y fracaso.
Y
es así, entonces, como negamos la emigración de la ciudadanía joven del
interior profundo de nuestra provincia y escondemos la tasa de suicidios de
jóvenes, que está entre las más altas del país.
Este
aparato burocrático cada vez más grande con respecto a la actividad privada, se
auto-protege, parasitando el sector productivo privado, y en este contexto, el
sector primario es esquilmado cada vez con mayor fuerza.
Es
por este motivo que, si bien es necesario eficientizar el Estado y reducir su
gasto burocrático, este objetivo carece de sentido sin un plan de integración
de nuestra economía doméstica, con generación de empleo genuino y devengamiento
de salarios complejos. Es decir, para ser más claros, que debemos reconvertir
nuestra economía, que es básicamente agropastoril, en una ECONOMÍA MAYOR
DE COMPLEJIDAD.
Esto
no ha sido siquiera bosquejado o insinuado, sino que solamente se han
implementado mecanismos presupuestarios de ajuste de los salarios y
jubilaciones públicas, el pago de una cuantiosa deuda en dólares heredada,
tratando modificar y emparchar el siempre vigente problema previsional mediante
aumentos en los aportes (que lastima aún más, a los ya degradados salarios públicos)
e intentando producir pequeñas reformas para paliar el déficit de la Caja, sin
interpretar que la UNICA SALIDA, es el crecimiento de la producción y el
trabajo.
Por
lo tanto, concluimos que nada de lo que se está realizando como acción de
gobierno nos conduce a la indispensable e imperiosa modificación de nuestra
estructura económica provincial, y que la decisión política de convertir a
nuestra economía provincial en una “ECONOMÍA COMPLEJA”, simplemente no existe.
Nosotros sostenemos insistentemente que la ENERGÍA debe ser un vector de
apalancamiento de la producción y del desarrollo, toda vez que la energía sirve
para multiplicar la riqueza.
Sin
embargo, a pesar de lo dicho, detectamos un desalentador CONTINUISMO con
respecto a las políticas llevadas adelante en por los menos los últimos 25
años, donde el precio de la energía está asociado con la política a través de
una carga impositiva que permite recaudar sin ningún esfuerzo y así contribuir
a deteriorar los procesos productivos.
Es
así, como el precio de las tarifas es publicitado como un dato que nos es
impuesto por la Nación, es decir que el metamensaje contenido en estas
afirmaciones, es la INEXISTENCIA de una política energética soberana.
Esto
anterior pone en evidencia que no existe una decisión política que beneficie a
los sectores productivos y a los consumidores residenciales, a quienes sólo se
les propinó, de la mano de un brutal tarifazo, un “apagón energético” cuya
resultante será OTRO duro golpe a la economía y al estándar de vida.
Como
observaciones concretas podemos señalar las siguientes:
1.
Entre Ríos tiene la tarifa eléctrica más cara del país.
2.
Entre
Ríos aceptó mediante Decreto el pago de las regalías con un bono.
3.
Entre
Ríos (mediante ENERSA) cuando quiso pagar los costos en el Mercado Eléctrico
Mayorista (MEM) con los propios bonos emitidos por Nación, fueron rechazados
por no ser instrumentos cancelarios. Ergo, el Decreto Provincial debe ser
inmediatamente declarado lesivo.
4.
Las
designaciones en el sector energético provincial (Sec. de Energía, EPRE y
ENERSA) no respetaron los criterios dichos por el gobernador en campaña:
mérito, esfuerzo, sacrificio y quienes vienen de carrera. Se ubicó a políticos
neófitos en la materia, desplazando a técnicos de años y preparados.
5.
Entre
Ríos no tiene un plan energético a mediano y largo plazo.
Sin
energía barata, disponible y abundante no se puede alimentar el motor
productivo.