CON EL LEGADO DE MOYANO, LA CGT SE PREPARA PARA UNA NUEVA ETAPA DE CONDUCCIÓN Y LUCHA SINDICAL

La nueva dirigencia sindical se prepara para asumir con impronta joven, sin dejar de lado la defensa histórica de los derechos laborales. Jerónimo Moyano quien representó al Sindicato de Camioneros durante un encuentro de las 62 Organizaciones pone el foco en el rol de la CGT frente al modelo de país que propone Javier Milei.

La Confederación General del Trabajo (CGT) atraviesa un momento bisagra. Así lo entiende Jerónimo Moyano, referente de la juventud sindical y protagonista de un recambio generacional que comienza a asomar con fuerza en el mapa gremial. “Es clave el trasvasamiento generacional”, asegura, marcando que una nueva etapa se abre, en donde los debates no deben limitarse a resistencias, sino también a propuestas.

“Nosotros siempre nos plantamos cuando quisieron imponer una reforma laboral. Nos opusimos fuerte, como también lo hicimos cuando hubo que reclamarle a Cristina por el impuesto a las Ganancias. Nunca fuimos obsecuentes: estuvimos donde había que estar para defender al trabajador”, expresó Moyano. Y agregó: “Hoy también toca discutir el trabajo informal, porque la precarización laboral no la inventó este gobierno, pero sí la está profundizando”.

Como un árbol que se renueva sin perder sus raíces, Moyano sostiene que la CGT debe aggiornarse sin olvidar su historia. En ese sentido, destacó la figura de Hugo Moyano, su padre, como referente ineludible del movimiento obrero y actor fundamental en la construcción de una identidad sindical que todavía conserva vigencia. “El legado de los Moyano no es personal, es colectivo. Es la defensa permanente de los derechos laborales”, reflexionó.

Para el joven dirigente, el gobierno de Javier Milei representa una amenaza directa a los principios básicos del peronismo y del sindicalismo argentino: “Este es un gobierno que no quiere dialogar, que pretende imponer. Está en contra de la justicia social y de las organizaciones gremiales. Por eso el rol de la CGT es más importante que nunca”.

Pero más allá de la resistencia, Jerónimo Moyano propone construir. “No podemos vivir esperando a que un gobierno proponga algo y si no nos gusta, simplemente oponernos. Tenemos que ser parte del debate sobre las nuevas formas de trabajo. Nadie tiene más autoridad para discutir eso que quienes representamos a los trabajadores”.

La imagen es clara: si el mundo del trabajo es un río que cambia su cauce, la CGT no puede quedarse anclada en la misma orilla. Debe cruzar el puente, sin dejar que la corriente arrastre sus principios. “Cada vez representamos a un universo más chico de trabajadores registrados, y eso va en contra de todo lo que defendemos como peronistas”, alertó Moyano.

De cara a la renovación de autoridades de la central obrera, el dirigente anticipa un cambio de época: “El ciclo del actual triunvirato va cerrando. Lo que viene es una CGT que tendrá que atender las nuevas problemáticas con decisión y propuestas. Porque lo que queremos sigue siendo lo mismo: un país con trabajadores en blanco, con sueldos dignos, con derechos y seguridad social”.

La batalla por el futuro del trabajo ya empezó. Y la CGT, si quiere seguir siendo faro, deberá encender su luz con una generación nueva que, como dice Moyano, “no hereda cargos, sino responsabilidades”.