LA TRAGEDIA DE LA RUTA 7 EXHIBE EL ESTADO DE ABANDONO DE LOS CAMINOS Y PONE EN DUDA LA VIABILIDAD DE VACA MUERTA

La falta de obras públicas y el vaciamiento de Vialidad Nacional vuelven a mostrar su costado más cruel: la inseguridad vial que ya se cobra vidas incluso entre los trabajadores de las propias operadoras energéticas. Silencio oficial, preocupación en el subsuelo.

El trágico accidente ocurrido en la mañana del miércoles 10 de julio en la Ruta Provincial 7, a la altura de San Patricio del Chañar, volvió a poner en evidencia el estado de deterioro y abandono de la red vial neuquina, especialmente en zonas de altísima circulación por actividad hidrocarburífera. El siniestro involucró tres vehículos, uno de los cuales era una combi de la empresa Transportes Rincón que trasladaba personal de la contratista energética Pecom, con resultado fatal: dos personas perdieron la vida, entre ellas un trabajador de la empresa, y otros tres resultaron heridos.

Si bien el comunicado oficial de Pecom, difundido horas después, se centró en manifestar el dolor por la pérdida de su colaborador y el acompañamiento a los heridos y sus familias, en el fondo del sector comienza a crecer el murmullo. “La tragedia era evitable”, afirman en voz baja quienes recorren esas rutas todos los días para llegar a pozos y plantas. La red vial en torno a Vaca Muerta, tanto provincial como nacional, está deteriorada, colapsada y muchas veces mal señalizada o sin mantenimiento, lo que multiplica los riesgos para quienes deben circular a diario por allí.

La desaparición práctica de Vialidad Nacional como actor estatal operativo en rutas, la paralización casi total de las obras públicas por decisión del Gobierno Nacional, y el desmantelamiento del esquema de mantenimiento y conservación, han convertido a caminos claves en verdaderas trampas mortales. En este contexto, la Ruta Provincial 7 ya había sido advertida por vecinos y trabajadores como un tramo especialmente peligroso, con circulación intensa de vehículos pesados, combis de personal, pick-ups y maquinaria.

A pesar de la relevancia estratégica de la cuenca neuquina para el autoabastecimiento energético del país, el sector petrolero ha mantenido hasta ahora un perfil bajo frente al ajuste de la administración nacional. Sin embargo, voces internas de operadoras, contratistas y gremios comienzan a preguntarse hasta qué punto se puede sostener el proyecto de Vaca Muerta sin una infraestructura acorde y segura.

“El accidente de hoy no solo es una tragedia humana, también es una señal de alarma para todo el ecosistema energético”, deslizó un dirigente del sector en reserva. “Estamos trasladando personas, equipos y petróleo por rutas que se están cayendo a pedazos”.

El comunicado de Pecom agrega que la empresa ya se puso a disposición de las autoridades para colaborar en el esclarecimiento del accidente. Pero el problema de fondo trasciende lo sucedido esta mañana: ¿cómo sostener un polo productivo de escala mundial si las rutas que lo alimentan se vuelven intransitables y letales?

Mientras tanto, desde el gobierno nacional no hay señales de reversión de la política de ajuste que licuó a Vialidad Nacional y suspendió miles de obras en todo el país. Tampoco hay un plan concreto para reforzar el acceso seguro a los corredores energéticos del sur.

La tragedia de hoy, como tantas otras, deja una marca de dolor. Pero también vuelve a poner en la agenda una pregunta urgente: ¿cuánto más puede soportar Vaca Muerta sin caminos seguros que la conecten con el resto del país?