EXPENDEDORES RECLAMARON QUE YPF SE HAGA CARGO DE LAS ESTACIONES BLANCAS PERO EL GOBIERNO RESPONDIÓ QUE NO PUEDE INTERVENIR EN UNA COMPAÑÍA DE SOCIEDAD MIXTA
Durante una reunión organizada por los Estacioneros Autoconvocados del Centro de la Argentina, funcionarios de la Secretaría de Energía reconocieron que se está dando el desabastecimiento en la venta de combustibles y que las estaciones sin bandera están seriamente perjudicadas por el congelamiento de precios al surtidor
República Argentina, 02 de noviembre de 2021
Sra.
Subsecretaria
de Hidrocarburos
Sec.
de Energía de la Nación
Ing.
Maggie VIDELA OPORTO
P
R E S E N T E
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De
nuestra mayor consideración:
Por la presente, agradecemos su predisposición a nuestro reclamo de ser
escuchados ante la situación planteada en la reunión del 14 de Octubre próximo
pasado, la que mantuvimos con el Director de Refinación y Comercialización,
Sr. Daniel Rigau, quien nos manifestara
su asombro atento a que: éramos el
primer grupo de estacioneros que planteábamos el tema de la renta, del
desabastecimiento de combustibles y de la asimetrías existentes en la relaciones
contractuales entre las estaciones de bandera y las petroleras.- Dicho funcionario, además NOS ASEGURÓ que su dirección es incompetente para actuar
en este tipo de situación, dejando a salvo la posibilidad de asistir ante la Secretaría de Comercio.-
Nuestro universo de estaciones que tiene un altísimo índice de transparencia fiscal, con costos laborales, de
mantenimiento, de reposición muy
importantes, y se conforma de: *
estaciones de bandera (con contratos de suministro con las respectivas
petroleras, quienes además deben soportar
los costos del marketing, cánones, etc., etc.) y las * estaciones
blancas (que deben abastecerse del
mercado mayorista pero -que al igual que las otras- deben cumplir con todas las
exigencias y normativas para estar habilitadas a pesar de estar en los más recónditos lugares de nuestra Argentina
donde la presencia de las primeras es prácticamente nula, porque “no les
cierran los números”).-
La
condición de las estaciones es un problema de larga data que tiene su génesis en el gobierno
anterior (2015/2019) donde -al
igual que hoy- se planteó el congelamiento de precios que provocó: 1°) el
aumento de precios desmedidos en el
canal mayorista, cuya principal
consecuencia es la salida de mercado de las estaciones blancas; 2°)
el giro de la demanda hacia las
estaciones de bandera a las que las petroleras responden con el consecuente
“cupo”; todo lo anterior provoca presión sobre el precio de surtidor y el
desabastecimiento tanto de unas como las otras y las lleva a graves riesgos de desaparecer, atento a que
la única forma de subsistir que hemos
tenido durante estos 20 meses de pandemia, ha sido a través del consumo de nuestros capitales de trabajo
(fondos de maniobras para emergencias como cualquier repuesto o refacción
de maquinarias como surtidores,
compresores, stock de combustibles, etc.)
lo que provoca el endeudamiento fiscal, bancario, etc. que desencadena nuestra
debilitada y calamitosa situación actual. -
Ante tal problemática de aqueja al sector minorista –último eslabón de
la cadena de comercialización de los hidrocarburos desdeñado y descuidado-, queremos
hacerle conocer una serie de temas cruciales que requieren su inmediata
atención, a saber:
-
RENTABILIDAD:
Debemos entender este término de manera correcta. En
una situación normal, no ya de prosperidad económica del país, en especial del
sector que representamos, rentabilidad es el margen de ganancias de la
resultante de todas las ventas menos los gastos.
En el caso que nos ocupa y en la actual situación,
debe entenderse como tal a la ecuación que nos permita mantener nuestros
establecimientos vivos, sostener la fuente de empleo de nuestros
colaboradores, la supervivencia de la empresa erigida en toda una vida de
trabajo y el medio de vida lícito de nuestras familias.
Durante los seis últimos años, el sector viene
descapitalizándose a pasos agigantados, en gran medida por las políticas desacertadas
de la administración 2015/2019, la que produjo una transferencia lisa y llana
de recursos hacia sectores concentrados, más precisamente hacia las empresas
petroleras.
Alegrarse al afirmar que las ventas están
normalizándose a niveles prepandemia (basándose en mediciones de alta
frecuencia) y pretender conformar al sector de las Estaciones de Servicios, no
es más que una acción dilatoria, es “consuelo de tontos”. Es ignorar, que
además de los descalabros ocasionados por Aranguren y su troup (que generaron
que nos despojáramos de nuestras reservas de maniobras y reducirnos a un mínimo
de capital), se nos dio el golpe gracia, con las medidas posteriores a las PASO
de 2019.-
Todo lo anterior fue agravado por la cuarentena
resultante del COVID-19, donde a pesar de haber recibido alguna ayuda, SOLO del
ESTADO NACIONAL, como el caso de los ATP (solo durante los primeros meses) y
moratorias fiscales (vencida el 30.06.2020 y reabierta recién luego de 16 meses
de tener que afrontar sus intereses-, las ASPO y DISPO nos sumieron en un
proceso que derivo en endeudamientos masivos y “destrucción del capital de
trabajo”, todo persiguiendo la ilusión del pleno empleo y de sostener
condiciones comerciales exigidas por las Petroleras como si nada hubiera pasado.
-
ABASTECIMIENTO:
El congelamiento de los precios al público, genera que
las empresas petroleras en su gula insaciable, vean atractivos otro tipo de
negocios. Pese a la producción récord que se viene alcanzando (récord que no es
otra cosa que volver a niveles de producción prepandemia) establecen “cupos” y “retacean
el abastecimiento”, con el consiguiente deterioro de las ventas, que no hace
otra cosa más que agravar la situación y la ya mencionada presión sobre el
precio del surtidor.
-
RELACION
PETROLERAS EESS
Estamos sometidos (en el mejor de los casos) a un relacionamiento con las Empresas
Petroleras a través de “contratos de adhesión”, a través de la cual aceptamos
las condiciones discrecionales de las petroleras que explican una perdida de
derechos constante al punto tal que el margen NO resulta incluido en el marco
contractual y si un conjunto de cargos, que operan en combo y que han ido
erosionando la renta bruta de nuestro eslabón, es el caso de los planes
comerciales, planes de Marketing anuales, fees de Minimercados, Canon de GNC,
tarjetas de red que implican la penetración de las petroleras en el mercado minorista,
etc.
Respecto de la integración vertical sorprende la
inacción del Estado, ya que esto es algo que fue prohibido en la mayoría del
mundo, por fomentar prácticas oligopólicas, por proponer competencias
desleales, por catalizar programas comerciales tan absurdos que muchas veces
distorsionan el verdadero precio del combustible.
-
ASIMETRIAS
ENTRE ESTACIONES DE BANDERA Y ESTACIONES BLANCAS:
Son diversas las asimetrías e injusticias que se
operan, pese a que las exigencias que impone el Estado, es exactamente igual
para una “estación de bandera” como para una estación que no la tiene, es decir
las “estaciones blancas”. Ejemplo de esta lisa y llana discriminación, es el
congelamiento de precios minoristas y la liberación de los precios mayoristas,
con lo que literalmente dejan a éstas últimas fuera de mercado, ya que deben
adquirir los combustibles para la reventa, casi al mismo precio que las de
bandera lo ofrecen en boca de surtidor, esto anterior es un acto de
desaprovisionamiento de producto materializado con flagrancia y dolo.
Ante esta situación, los clientes dejan de abastecerse
en la estación blanca y recurren a las de bandera, con lo que éstas aumentan
sus ventas, pero, como a las petroleras no les interesa vender al precio de
congelamiento, les retacean sus entregas, fijan cupos y desabastecen a sus
propias estaciones de la red… una matriz de funcionamiento que se repite
históricamente y termina SIEMPRE con precios superiores en los surtidores.
CONCLUSIONES:
Es menester que el Estado comience a ser coherente con
su propio discurso. Éste no puede ser
proteccionista e intervencionista con los más débiles y asegurar las más
ventajosas condiciones de libre mercado a los poderosos, a los que, a su vez,
subsidia, garantiza rentabilidad, les otorga regímenes de promociones
impositivas, brinda facilidades e incluso financia sus inversiones. Resulta
imperativo una Política de Hidrocarburos diferente a la de la gestión anterior,
en la cual se orientaron esfuerzos en favor de petroleras privadas, los
subsidios lógicos para una petrolera Estatal. El resto de las variables de
dicha política, no tendrán diferencias significativas si se permiten
definiciones de librepensadores como el director de Refinación y
Comercialización actual.
PETICION URGENTE:
Por
todo ello es que solicitamos enfáticamente:
- se rectifique el rumbo gestionando
sin dilación (dada la situación de emergencia) una mesa de negociación entre
Petroleras y EESS con el objeto concreto de llevar los márgenes brutos a
valores sensatos, que permitan sostener la red comercial basados en ventas promedios
reales.
- se
avance rápidamente hacia la regulación de los contratos que definen la relación
entre empresas petroleras y estaciones de servicio
Sin otro particular, le saludamos atentamente.-