ADVIERTEN QUE PEDIR AUMENTOS DE COMBUSTIBLES ES FAVORECER EL NEGOCIO DE LAS PETROLERAS EN DESMEDRO DE LAS ESTACIONES DE SERVICIO
La agrupación de estacioneros del Centro de la Argentina, se manifestó en contra de la postura dada a conocer por las cámaras que se agrupan en CECHA, las cuales reclaman un descongelamiento de los valores al surtidor. Desde el sector disidente de los empresarios pymes de expendio de combustible, aseveraron que “reclamar un aumento de combustibles minorista solamente le hace el juego a las petroleras mientras se deja de lado el foco real del sector que es el de la rentabilidad que viene siendo erosionada desde hace muchos años con la complicidad del Estado”. Texto completo de la declaración de la Agrupación, firmado por su referente Alejandro Di Palma
Mas
allá de las pretensiones de independencia económica de nuestro empresariado,
esta claro que nuestro sector (el de las Estaciones de Servicio) es un sector ALTAMENTE
REGULADO. Por un lado, nuestros precios de surtidor son definidos por las
Petroleras y por el lado de las compras lo resuelven discrecionalmente de la
misma manera los mismos actores (las Petroleras).
EL MARGEN Y SU EROSIÓN
En
el caso de nuestro Sector, la renta económica surge de la diferencia entre los precios
de surtidor (arbitrarios) que definen las Petroleras y los precios (también
arbitrarios) a los que nos venden las Petroleras, es decir, explican un margen
bruto.
Este
margen bruto al que aún no se le descontaron los costos de mantener nuestros
comercios abiertos, fue a lo largo del tiempo, siendo erosionado arbitrariamente
a través de diversos conceptos como los siguientes: gastos publicitarios,
costos de los programas comerciales, cargos por “CURSOS” obligatorios para los
empleados, comisiones por el uso de colores, comisiones por el uso de franquicias
de minimercados, costos bancarios que son transferidos a nuestras PYMES, costos
financieros inventados, etc.
A
todo lo anterior debemos sumar un elemento que resulta cada día mas oneroso en
un escenario de inflación creciente, que es el costo de la financiación de
nuestras ventas, que son definitivamente los productos de las Petroleras a
quienes se les ha permitido desentenderse de los esfuerzos financieros que en TODA
comercialización son tremendamente relevantes, sintéticamente las Petroleras
cobran el combustible adelantado y nosotros lo vendemos financiado, generando a
nuestro sector un costo proporcional a los niveles inflacionarios y erosionando
también nuestra renta.
INVIABILIDAD DE LA SOLUCION CLASICA
Dado
que, en la actualidad, tenemos más del 74% del conjunto de las Estaciones de
Servicio, por debajo de los niveles de venta que permiten cubrir los costos
operativos (punto de equilibrio económico), resulta indiscutible que se ha
llegado a un estado de situación tal, que este NO puede ser resuelto con el
simple aumento del precio del surtidor, acción que, por otro lado, difícilmente
pueda ser sostenido por una sociedad con niveles de pobreza africanos. Resulta
inmediato que el UNICO camino de salida de esta crisis, terminal para la
mayoría de las PYMES comercializadoras de combustible (Estaciones de Servicio),
es el aumento del margen de comercialización que definen las Petroleras tan
arbitrariamente como se describió.
Esta
claro que con un 74% de las Estaciones de Servicio, con ventas por debajo de
los puntos de equilibrio económico, el traslado de gran parte de estas PYMES al
dominio de las rentas positivas utilizando SOLO la variable “precio de
surtidor”, implicaría aumentos de combustibles mucho mas allá del 100%,
escenario inviable política y socioeconómicamente. Es por ese motivo que el
camino de la sensatez, la cordura y la responsabilidad social, nos lleva a
hacer planteos SERIOS que consisten en la inmediata apertura de una negociación
con las Petroleras para aumentar el margen de comercialización.
LA RE-NEGOCIACION DEL MARGEN
El
proceso anteriormente descripto como necesario, NO ES UNA PARITARIA
ya que la definición de este término es la siguiente: “comisión o asamblea,
que está constituida por distintas partes con paridad o igualdad en el número y
derechos de sus miembros”.
Vemos
que dada la disparidad de escala entre las partes (falta de paridad),
difícilmente este término (paritaria) podría ser utilizado para describir una
negociación entre nuestro Sector PYME y las empresas Petroleras que ayude a
conseguir la evolución positiva del margen de comercialización hacia valores
razonables y sensatos. Valores referidos deben ser los mínimos indispensables
para permitir a la gran mayoría de las Estaciones de Servicio, cubrir los
costos de operación.
Como
resultado inmediato del razonamiento anterior y a fin de alcanzar las metas
concretas, resulta indispensable el acompañamiento del Estado en este proceso
de adecuación de rentabilidad (pugna distributiva).