ALERTAN QUE LAS ESTACIONES DE GNC QUE NO VENDEN MÁS DE 80 MIL MTS3 MENSUALES NO PUEDEN SOBREVIVIR
Empresarios del rubro estacionero, aseguraron que no hay posibilidades de afrontar los costos fijos, los aumentos de los servicios básicos y los nuevos sueldos del personal, más allá del precio que imponga cada empresario al surtidor.
La
crisis del sector expendedor, especialmente aquellos que no tienen contrato con
marcas de petroleras reconocidas, se acrecentó con las consecuencias de la
pandemia y la proliferación durante los últimos años de más actores en la
competencia.
Así lo
dijo a www.agendaenergetica.com.ar,
el Dr. Martín Matzkin, dueño de estaciones de servicio en la provincia de
Buenos Aires y experto en leyes relacionadas al comercio de combustibles y GNC.
A medida
que se fueron instalando en el territorio nacional mayor cantidad de
expendedoras de combustibles, muchas de ellas a manos de las petroleras, o a
través de grandes firmas que poseen importante número de bocas de expendio,
aquellos establecimientos más pequeños, fueron perdiendo clientes.
Sucede que
la relación entre cantidad de estaciones y el volumen de parque automotor
convertido a gas no son igualmente proporcionales y por ende, la cantidad de
vehículos con GNC no es la suficiente
para convertirse en una demanda que beneficie a la oferta actual.
“Lo
mismo nos está ocurriendo en el otro negocio que nos mantenía a flote, que es
el de las tiendas de conveniencia, ya que los puntos de gastronomía, que
proliferaron desde hace cinco años a esta parte, fue muy significativa, de la
mano de las grandes cadenas de café y restaurantes de comida rápida”, dijo
Matzkin.
Contra
ello, destacó que los minimercados perdieron consumidores a pesar de que los
estacioneros habían invertido mucho capital para crear una infraestructura
atractiva y agradable para los consumidores.
Finalmente
expresó que existe una conducta propia de los estacioneros bonaerense y de CABA
que causó una canibalización de precios del GNC, en la cual las grandes
estaciones por lo general de YPF, que venden el mt3 a 30 pesos, obligando a las
demás colegas a no poder aumentar, con lo cual, la rentabilidad se transforma
en negativa.