ANÁLISIS POLITICO SOBRE EL INFORME TÉCNICO OFICIAL DE PRECIOS DEL GAS
El gobierno presento el informe técnico que describe su posición frente al llamado a audiencia pública publicado el pasado 06/01/2022 (resolución 2022-2-APN-SE) donde “NO SE PROPONDRÁ DEFINIR EL PRECIO” en el “punto de ingreso al sistema de transporte (PIST)” (precio en PIST), ya que este fue definido y fijado por 4 años en el último Plan Gas. Sino, que fracción de este precio, será A CARGO DE LOS USUARIOS y por ende cual quedaría a cargo del Estado.
Este informe técnico mencionado es el que
resulta del articulo Nº5 de la resolución de llamada a audiencia publica y
reiterando conceptos, es el informe que será expuesto por la secretaria de
Energía como posición oficial, de manera que para todos aquellos que NO van a
participar de esta audiencia, sigue un análisis objetivo de esta “curiosa” posición
oficial.
La definición sobre cuál será el aumento
de la parte del gas a cargo de los usuarios, debe ser autorizada por el ENARGAS
según indica la ley. Como se verá más adelante el ENARGAS es hoy el único
jugador que limita la fracción a cargo de la sociedad de las pretensiones de
las empresas productoras.
Antes de analizar el grafico siguiente,
cabe aclarar que lo llamado “costo del gas” se refiere a lo que las empresas PRETENDEN
COBRAR y NO su “costo real de producción”, que es (como se verá) un
tercio de lo que las empresas cobran.
Surge del grafico anterior, el hecho de
que el COSTO ENERGETICO es inflexible (lo que cobran las empresas productoras),
NO se discute, el debate se centra solamente en como se va a repartir la carga
de UN COSTO ENERGÉTICO INAPELABLE.
ESTIMANDO ALGUNOS NÚMEROS
En un modelo como este, donde el Estado
nacional utiliza una importante porción de gasto publico asistiendo
excesivamente a las empresas energéticas, y aportando con gravosos
subsidios del tesoro nacional a incrementar sustancialmente su rentabilidad, resulta
absolutamente relevante analizar “los verdaderos costos totales de la
producción de las empresas” para así conocer exactamente el orden de la
renta que el conjunto de los argentinos les está subsidiando, lo cual implica estimar
el punto de equilibrio económico (break even) promedio aproximado de las
empresas productoras.
En economía, el “break even”, punto de
equilibrio o umbral de rentabilidad es el nivel de costo que hace cero el
beneficio empresario. debajo de ese punto la empresa entra en zona de perdida.
Es en el sentido anterior, en el que
resulta práctico hacer algún número rápido que nos de una idea de lo que
estamos hablando. En la industria ARGENTINA del gas la oferta se divide
aproximadamente así, el 50% es gas es “CONVENCIONAL” y el otro 50% “NO
CONVENCIONAL”. Podemos asegurar que el “break even” del gas convencional ES
BASTANTE MENOR A 1,00 U$S MILL BTU (¿cercano
a U$S 0.70 MILL BTU?). En la otra mitad NO convencional, de la mano de
espectaculares rendimientos de los yacimientos y sus volúmenes (ya hay pozos
que producirán en sus cortas vidas 1000 Mill de m3), el punto de equilibrio HOY
ES MENOR A LOS U$S 2,00 MILL BTU. Luego el promedio de estos dos puntos de equilibrio
ya es bastante menor a los U$S 1,50 MILL BTU.
Por lo dicho, al promedio anterior podríamos
asignarle una renta más que generosa fijando un promedio de precios totales ALREDEDOR
O UN POCO POR ENCIMA DE U$S 1,50 POR MILL BTU o quizás, aumentar el
valor y junto con él, la renta de las empresas productoras, de forma tal de
exigirles a estas empresas una capitalización superior con el fin de que
realicen las inversiones necesarias para poder “producir y transportar” más
gas, exportando el fluido que se produzca en “exceso al consumo del mercado
interno”. Redondeando números, este podría ser U$S 1,80 MBTU.
Ya U$S 1,80 implicaría un retorno promedio
del 30%/35% ANUAL EN U$S sobre el costo anual de producción. Esos
retornos anteriores, están explicando en este momento el des-stress que está
experimentando YPF a pesar de lo gravoso de sus pasivos.
Veamos que este número difiere
temerariamente de los U$S 3,50/4 MILL BTU que fija el plan Gas.Ar, por lo que
entendemos que, en una audiencia pública con planteo distinto, HABRIA
MUCHO MARGEN COMO PARA REDUCIR LOS SUBSIDIOS SIN TOCAR LA PARTE QUE PAGA EL USUARIO
PRIORITARIO. Pero esto anterior significaría una ruptura de lo estipulado
en el plan gas, ya que los precios de venta del gas ya han sido fijados hasta
el 2024.
Vemos que siendo la diferencia entre los
posibles U$S1,50 y los U$S 3,50 fijados e “inapelables” tenemos U$S 2,00/MBTU
que implican un retorno anual del 133% sobre el valor posible (U$S 2 / U$S 1,50
= 1,33)
Como síntesis,
tenemos que en este modelo es el Estado nacional (a través de los subsidios y
el dinero de los contribuyentes) el agente económico que le FINANCIA TASAS
DE RETORNO DE TRES DÍGITOS A LAS EMPRESAS PRODUCTORAS DE GAS (Empresas
Petroleras).
Definitivamente
este tema, caracterizado por los números que acabamos de exponer, debe ser
puesto urgentemente en la mesa de discusión macroeconómica y energética.
El Estado
nacional, teniendo la mayoría de la empresa productora más grande (YPF), no
puede someterse a este proceso extorsivo que obliga a destinar una buena parte
de gasto público para financiar RENTAS EXTRAORDINARIAS, so pena de
ser desabastecido de su recurso energético más preciado.
SOCIEDADES NECESARIAS
Un problema recurrente, reside en que este
tema es discutido y resuelto por agentes Políticos asesorados por un “Staff
técnico” que ocupa los puestos de los distintos niveles del Estado, conformando
una “burocracia técnica” que ha sido francamente colonizada por las empresas
Petroleras y sus intereses, lo que permitió orientar las decisiones Políticas
en un sentido tal que, retrospectivamente resultan flagrante e indiscutiblemente
erradas… veamos ahora como resulta clara la anterior sentencia:
Estos burócratas han insistido y
convencido, que los verdaderos costos energéticos son los que hoy propone el
plan gas.ar y que hasta hace poco tiempo resultaban de la Resolución 46/2017 que promovió
Juan José Aranguren y que permitió ampliar la producción de gas en Vaca Muerta
a un costo pírrico, generando desequilibrios indiscutibles en el mercado local
de gas y en las cuentas del tesoro nacional
Vemos que nuestros Políticos,
son orientados por este “Staff técnico” que curiosamente, adhiriendo a las
necesidades de las productoras de gas, han justificado desde la técnica y
utilizando términos ingenieriles, una indiscutible transferencia de renta
desde la sociedad hacia las empresas petroleras, transferencias de distintas
magnitudes conforme las ideologías o las posibilidades coyunturales del país,
este último fue el único límite.
EL CUARTO JUGADOR
En este modelo hasta
hace poco tiempo y como lo describe el grafico inicial, participaban tres
jugadores, el Estado Nacional, la Sociedad y las empresas productoras.
El problema actual, que
propone un desastre sin solución, es el ingreso en este curioso modelo donde
los costos energéticos son siempre justificadamente exorbitantes e
indiscutibles, de un cuarto jugador (el FMI) que limita la participación
del Estado nacional como amortiguador de las pretensiones (siempre justificadas
por la “burocracia Técnica”) de las empresas productoras de gas.
En este juego descripto
en la primera parte de este artículo, el FMI como cuarto jugador, obliga
al Estado nacional a reducir los subsidios, sin poner en tela de juicio el
excesivo precio final de gas, cosa que en el modelo actual implica un aumento
de tarifas sin la amortiguación que traería adecuar el “precio en PIST” hacia
zonas de una rentabilidad “ELEVADA PERO NO EXCESIVA”, cosa que en el
modelo actual, donde resulta absolutamente INAPELABLE el precio de la energía, implica
un aumento de tarifas, es decir un estrés social de la mano de la erosión de
los ingresos, daño que resulta proponerse en una momento algo inoportuno
(40% de pobreza y una lucha infructuosa por evitar la pérdida de base
electoral).
COROLARIO
Es en este preciso
momento donde resulta absolutamente necesario un cambio radical en la matriz de
funcionamiento de los mecanismos que definen los costos energéticos, de forma
tal que no resulta sustentable postergar la construcción de una “burocracia
técnica” que tenga muy en claro el motivo de su existencia (atender a los
intereses del erario público), una selección de cuadros políticos con posibilidades
(aunque sea mínimas) de interpretar las cuestiones técnicas sin distorsiones
obvias y luego, con los dos elementos anteriores, amalgamar un equipo de
trabajo para pelear por los intereses nacionales.