POLITICA
BREGAN POR UNA TRANSICION DIRIGENCIAL EMPRESARIA
El Referente de Estacioneros Autoconvocados Alejandro Di Palma, opina sobre La crisis sectorial más profunda, y dice que los encuentra en una transición movilizada por lo nuevo y desventurada por el análisis de la situación de las estaciones de servicio.
La crisis se explica por una coyuntura caracterizada por la caída de las ventas en forma generalizada y a niveles nunca antes vistos (EMERGENCIA), y esto anterior nos encuentra en un escenario donde los excesos en la relación con las Petroleras han tocado también limites históricos, cánones sobre GNC, cánones sobre minimercados, tarjetas de flota, contratos que fueron acercándose en longitud a una guía telefónica y en complicación a la biblia (por ende su interpretación propia de la hermenéutica) y fundamentalmente niveles de renta incompatibles con la subsistencia del promedio de las Estaciones de Servicio.
Sin perjuicio de lo anterior también debemos señalar que nuestras complicaciones como sector, no se terminan en la relación con las Empresas Petroleras, sino que también tenemos severos problemas con el mismo Sistema Financiero por nuestra condición de ser un Sector de “Capital Intensivo”.
Es innegable que nuestro sector es el que explica la monetización el mercado Petrolero, ya que toda ESTA producción, como cualquier otra, termina como cadena de valor, en un intercambio contra moneda, nosotros somos ESE último eslabón y la cadena del Combustible, es una de las más importantes de la Energía, siendo esta última, central en el desarrollo de cualquier sociedad moderna, sin embargo se nos alcanzó con el cobro de un servicio de “conteo de efectivo”, como si pudiéramos cambiar la naturaleza de la moneda o las preferencias del público y también como si las Empresas Petroleras no tuvieran nada que ver con este último eslabón de la producción (la comercialización), en el único otro sentido posible, al recibir dinero electrónico se nos penaliza con comisiones absurdas y acreditaciones distantes en un ambiente inflacionario a perpetuidad, claramente se nos orienta a un “proceso de integración” con las Petroleras, a partir de la multiplicación de impuestos como el de los créditos y débitos bancarios, Ingresos Brutos y Tasas Municipales….
A fin de una descripción más realista de la posición de nuestro sector, debemos agregar que nuestro sector nunca pudo reconocer la necesidad de asociarse con los dirigentes sindicales que representan a nuestros trabajadores, sino más bien en todo caso ha construido una relación ridícula y lasciva, con los sindicatos que, debemos reconocer ha sido muy venturosa SOLO para los trabajadores, sintetizando, en este sentido no hemos podido generar respeto debido a una gravosa falta de Poder, en este escenario nuestros dirigentes al negociar, simplemente “cedieron”.
EL PODER Y LA NEGOCIACIÓN
“Desde la fuerza se negocia, desde la debilidad se rinde”
Lo anterior es en realidad un conjunto reducido de nuestros problemas, podríamos seguir adelante con la lista pero a fin de no aburrir al lector, resulta necesario NO seguir con la descripción de problemas para ahora señalar que estos “viejos Dirigentes”, en un gesto de vulgaridad intelectual, a lo largo del tiempo se convirtieron en los mejores amigos de los representantes con los que debían negociar beneficios para sus representados (Nosotros), digamos que estos “viejos Dirigentes”, a través de los cuales se puede explicar este presente que nos hiere, se decidieron por la felicidad, por la camaradería… luego así estamos.
Si vemos las cosas desde una perspectiva más amplia, somos un sector que ha perdido o nunca aspiró a poseer centralidad o importancia y como tal, sin Poder de negociación. Quizás es ese el motivo por el cual hemos sido sistemáticamente excluidos de la mesa donde se discuten las políticas Energéticas que han sido tan lascivas para nuestro sector y que han terminado erosionado la red de Estaciones de Servicio, fundamentalmente los más débiles de nuestra cadena (las Estaciones Blancas) sin siquiera haber provocado ninguna incomodidad en términos Institucionales.
No hemos sido capaces, como sector, de encontrar Poder ni siquiera en la legitimidad, integridad, compromiso, tolerancia o conocimiento de las necesidades propias. La persistencia, las habilidades de persuasión tanto como la capacidad de análisis, que son también formas de Poder durante una negociación, han sido también grandes ausentes en el mérito de esta “vieja Dirigencia” y como corolario, todo esto ha tenido un correlato fácil de interpretar, hemos rebotado entre distintas crisis con apenas el mínimo aliento para respirar.
LA TRANSICION
La transición necesaria es resistida, NO solo por parte de la actual dirigencia, la “vieja Dirigencia”, sino por la dirigencia de otros sectores que interactúan con el nuestro, a quienes este Status Quo les ha resultado MUY funcional, en este listado se encuentran Sindicatos, Empresas Petroleras y TODOS los funcionarios que pasaron por el gerenciamiento del Estado desde hace mucho tiempo.
Vemos con esperanzas, que esta grave coyuntura, esta tremenda catástrofe sectorial, viene apurando una transición desde esa “vieja Dirigencia” hacia otra conducción que pueda dar respuesta, tanto a los problemas existentes, como al futuro que incluye una modernidad que llegará seguramente con novedades hirientes para nosotros.
Una coyuntura que deberá seguramente ser resuelta con la definición de numerosos grupos de trabajo a fin de trabajar en forma sincronizada y coordinada las numerosas aristas de la problemática que la desidia nos impuso.
Una “nueva Dirigencia” con capacidad de dialogar con el propio sector, aceptando diferencias e interpretando necesidades, es decir con “Poder fragmentado”.
Una “nueva Dirigencia” sin miedo a una participación más numerosa de los representados que impone la nueva modernidad digital.
Una “nueva Dirigencia” que interprete la necesidad de mantener una relación seria con los medios de comunicación, con los sindicatos, con las Petroleras.
Una “nueva Dirigencia” con capacidad para conducir conceptualmente y liderar en el terreno de las imprescindibles acciones.