PABLO ACETO: “RESULTA IRRISORIO QUE FALTE GASOIL CUANDO EL PAÍS PRODUCE MÁS BARRILES QUE EN EL 2019”

Entrevistado en el programa radial de Mario Mazzitelli “La Brújula”, el analista en temas ambientales y energéticos, denunció que la cantidad de barriles diarios que produce la Argentina no coincide con la situación de desabastecimiento de combustibles.

Aceto explicó que hoy el país está produciendo 571 mil barriles diarios de petróleo, mientras que antes de la pandemia producía 530 mil barriles por día, lo que le alcanzaba a la población para satisfacer la demanda.

“Argentina tiene capacidad de refinar 610 barriles diarios, por lo que no se justifica que no exista gasoil, gas, nafta o fuel oil para las generadoras térmica”, dijo el experto y agregó que “además estamos importando dependiendo del gas boliviano y que Brasil pueda brindarnos electricidad de sus embalses”.

Responsabilizó de la crisis energética actual al modelo que se implantó en Argentina en la época de Carlos Menen, quien a su entender, “transformó a la energía en un comoditie, para dejar ser un derecho humano o recurso esencial”.

Expresó que existe una política extractivista que pone al país en una situación de tener que salir a “importar el refinado de los que nosotros producimos, lo cual es un verdadero disparate”.

Puso como dato clave, que el Presidente haya presentado el proyecto para terminar el gasoducto Néstor Kirchner que teóricamente estaría terminado para enero de 2023 pero que lleva 5 años de retraso, “lo cual demuestra que no existe interés en dejar el recurso en la Argentina”, asestó.

Por el contrario, recalcó que se busca exportar para recibir dólares y seguir subsidiando a las petroleras, mientras Argentina no es un país petrolero, que solamente tiene problemas básicos sin gasoil, ni estructura de transporte.

“La logística está trabada por la falta de gasoil y mientras los camiones paran en cada estación de servicio para cargar el cupo limitado, pierden tiempo y suman complicaciones para la llegada de productos a las góndolas”, asumió.

Calificó a los proyectos de nuevos yacimientos como “interesantes,” pero denunció que el objetivo del Estado es no dejar en el país la producción, sino exportarla afuera al mejor postor sin interés de desarrollo nacional, en beneficio de las empresas que se apoderaron de estos recursos.

Finalmente adelantó que si no se resuelve el problema energético, nada podrá funcionar en el país.