GASODUCTO NÉSTOR KIRCHNER: ARGENTINA COMO EL GRAN PROVEEDOR DE GAS DE SUDAMÉRICA

La inauguración del gasoducto Néstor Kirchner el próximo 9 de julio es una gran noticia para todo el país; para todos nosotros.

Para poder dimensionarlo desde la mirada porteña, hay que pensar en una obra en la cual se utilizaron aproximadamente 300.000 toneladas de cañerías, lo que equivale a 4.285 obeliscos porteños.

Por supuesto que la inversión es grande pero permite un ahorro mayúsculo: Con la operatividad completa del gasoducto, el ahorro alcanzará los USD 4.200 millones. Hoy el ahorro será de U$S 2.200 millones que no es ni mas ni menos la balanza negativa que tenemos en materia de importación de gas.

Además, hay que destacar que accederemos a un gas más económico. El gas nuestro tiene un costo de U$S 3 por BTU mientras que el que importamos lo pagamos U$S 17.5 BTU, razón por la cual en el caso del consumo residencial permitiría un ahorro en materia de subsidios mientras que en la industria permitiría una mejora en los estados de resultados, lo que lleva a una baja en los costos. Por ende, mas inversión y eso significa mas empleo.

Tenemos muchísimo para dar. Confío en que estas políticas se van a profundizar gobierno tras gobierno. Estoy convencido de que en 2030 la exportación de hidrocarburos va a superar a la exportación de soja

Voces críticas señalan que se tardó demasiado pero hay que entender que Vaca Muerta, una de las reservas de gas y petróleo no convencionales más grandes del mundo, arrancó recién en 2012, no había tecnología.

Hoy tenemos el know how y la industria está pujante. Argentina va a revertir su balanza negativa y se va a convertir en proveedor de gas en Sudamérica

Un dato color: Añelo, epicentro de Vaca Muerta, hoy tiene gas de garrafa. Entonces es cierto que nos falta un montón, pero esto es un avance enorme.

Por otro lado, la inminente llegada del tren norpatagónico va a cambiar la realidad de Añelo. El tren permitirá multiplicar su crecimiento y posibilitará ahorrar a las compañías 80 millones de dólares cada 4 años.

El desafío principal es forjar una Argentina moderna y sustentable en la cual el sector privado trabaje codo a codo con el Estado, tal como lo viene haciendo.