MOTORES ELÉCTRICOS INDUSTRIALES: SECRETOS PARA UN FUNCIONAMIENTO SIN FALLAS

En los procesos de fabricación modernos, los motores eléctricos están en prácticamente todo tipo de operaciones. El inconveniente es que, por su sencillo y fiable funcionamiento, muchas veces se pasan por alto las prácticas diarias de mantenimiento y cuando se detecta la necesidad de reparaciones suele ser tarde, ya que el motor empieza a mostrar signos de abandono.

Los procesos de mantenimiento son importantes para prevenir, y esto aplica a las consideraciones generales de los equipos o de los repuestos, así como también las condiciones de lubricación.

 

La marca de lubricantes MobilTM, como referente en el área, asesora sobre las prácticas recomendadas para motores nuevos y reacondicionados.

 

●        Comprobar que las vibraciones no presentan defectos. El límite recomendado no debe superar las 0,05 pulgadas por segundo (de 0 a 120.000 cpm).

●        Motores equilibrados mecánicamente, especialmente en caso de utilizar modelos de alto rendimiento/alta velocidad. Los límites aceptables pueden consultarse en la información específica de la Organización Internacional de Normalización (ISO), en el que figuran motores verticales o motores críticos, de pequeñas y grandes potencias.

●        Guardar los motores con los rodamientos correctamente antes de la instalación recubiertos completamente de grasa y lubricados a fin de evitar que la humedad penetre en la cavidad de los rodamientos y provoque corrosión.

●        Girar manualmente cada mes los ejes de los motores - nuevos y reacondicionados- para evitar la corrosión por frotamiento.

 

Adicionalmente, en cuanto a la manipulación de los rodamientos de repuesto:

●        Guardarlos en su embalaje original, sin abrir, en posición horizontal y sobre una superficie limpia.

●        En el caso que tengan grasa aplicada, girar con regularidad los rodamientos sellados y blindados para evitar que la grasa se deposite en un solo lado.

●        En caso de reemplazo, utilizar rodamientos idénticos para las piezas de repuesto.

●        No lavar nunca los rodamientos nuevos antes de su instalación.

 

Prácticas de instalación y reparación:

●        Nunca golpear un rodamiento o un anillo directamente; si eso ocurre es mejor no instalarlo. Utilizar un tornillo de banco para facilitar el montaje, protegiendo el eje con una placa metálica blanda.

●        Inspeccionar con cuidado el eje y el rodamiento, sus dimensiones y posibles daños, eliminando arañazos y abolladuras con papel de lija. Si muestran signos evidentes de daños, sustituir o reparar los componentes.

●        Evitar el rodamiento en contacto directo con llamas y temperaturas superiores a 110°C. Durante las operaciones de instalación en caliente, colocarlo contra el apoyo del eje hasta que se enfríe.

●        Es muy importante utilizar las herramientas adecuadas para el trabajo para reducir la posibilidad de daños en los rodamientos y acelerar el proceso de instalación.

●        Prestar atención al ajuste del rodamiento aplicando una presión uniforme cuando se utilice una prensa para evitar daños.

 

Control de la lubricación y de los componentes

●        Aplicar el lubricante adecuado es fundamental para los rodamientos lubricados con grasa; tiene una función que va más allá de evitar el desgaste y de prevenirlo, sino que también protege los elementos rodantes contra el óxido y ayuda a sellar el acceso de polvo y suciedad. 

●        Utilizar prácticas de lubricación adecuadas. Más del 90 % de las roturas de motores eléctricos se deben a un exceso de grasa.

●        Otro motivo de rotura de los motores eléctricos es la desalineación. Existen muchos métodos para alinear el motor y el componente activo, pero el aspecto más importante es mantener unas tolerancias de alineación exactas. Recordar que cuanto más grande y rápido sea el motor, más estrictas deben ser las tolerancias de alineación.

●        Mantener buenas prácticas de limpieza y organización. No permitir que se acumule suciedad o materiales de procesamiento en el motor - esto puede actuar como aislante y generar calor innecesario, afectando a la vida útil del rodamiento.

●        Por último, estar pendiente de las indicaciones de peligro y determinar las causas de los defectos. Hay que estar atento a las tres señales claras de una lubricación inadecuada de los rodamientos: ruido, vibración y temperatura excesivas. Garantizar un control adecuado de estas señales brindará un correcto funcionamiento e ininterrumpido.

 

Los rodamientos están hechos para durar, por lo que se debe indagar sobre la causa de los problemas de los rodamientos del motor. Los errores frecuentes pueden indicar un problema en la instalación o en las prácticas de lubricación.