¿QUÉ HAY DETRÁS DE LA SOBERANÍA ENERGÉTICA ?

Desde la privatización de YPF en 1999 hasta el año 2012, la empresa fue controlada por Repsol, una compañía española. Durante este período, surgieron críticas sobre la gestión y los acuerdos económicos entre Repsol y el gobierno argentino.

En 2012, el gobierno de Argentina, liderado por Cristina Fernández de Kirchner, decidió nacionalizar YPF, argumentando preocupaciones sobre la soberanía energética del país.

Es esencial recordar que esta es solo una breve descripción histórica y perspectivas sobre este tema tan complejo.

Recordamos que hasta junio de 1999 YPF tenía vigente un programa de bonificación con base accionaria para ciertos ejecutivos de YPF y sus subsidiarias. Dicha bonificación se basaba en la diferencia entre el precio de la acción de YPF al momento del otorgamiento de los derechos de apreciación y el precio de mercado corriente de la acción al ejercer dicho derecho. Por lo cuál a través de YPF International se realizaron contratos de opciones y depósitos indexables sobre la base de la evolución de la acción de YPF, con la intención de tener una cobertura de los incrementos por la acción en relación al programa de bonificación descripto.

El 29 de junio de 1999, el programa fue discontinuado y pagado en efectivo. Consecuentemente en junio de 1999, YPF International canceló los contratos de opciones y depósitos, generando un reembolso financiero de $ 116 millones, que se incluyó como fondos originados por las actividades de inversión, que según lo resuelto por la Asamblea de Accionistas el 27 de abril de 1999, la Sociedad pagó cuatro dividendos trimestrales de $ 0,22 por acción cada uno a todos los accionistas registrados al cierre de las operaciones del 26 de mayo de 1999, 27 de agosto de 1999, 26 de noviembre de 1999 y 28 de febrero de 2000, respectivamente.

Por otra parte el total de préstamos al 31 de diciembre de 1999, era de $ 3.408 millones, compuesto por deuda a corto plazo (incluyendo la porción corriente de la deuda a largo plazo) por $ 1.363 millones y por deuda a largo plazo de $ 2.045 millones, reflejando al 31 de diciembre de 1999, un patrimonio neto de YPF de $ 7.375 millones, incluyendo la reserva legal de $ 249 millones de acuerdo con lo establecido por la Ley N° 19.550 de sociedades Comerciales.

Tengamos presente que la liquidez y recursos de YPF surge de la aplicación de fondos que en 1999 incluyeron $ 963 millones para la adquisición de activos fijos, $ 2.238 millones para la cancelación de préstamos, $ 325 millones para el pago de dividendos y $ 159 millones en aportes de capital y adquisición de inversiones permanentes, los cuales incluyen $ 64, $ 65 y $ 6 millones de capitalización de los proyectos de inversión llevados adelante por las sociedades vinculadas Compañía Mega S.A., Profertil S.A. y Gasoducto del Pacífico (Argentina) S.A., respectivamente y $ 16 millones invertidos en la adquisición de contratos de distribución de hidrocarburos en el mercado brasileño. Adicionalmente se utilizaron $ 88 millones para el rescate de las últimas acciones preferidas en circulación que tenía emitidas la sociedad controlada Maxus Energy Corporation.

El presupuesto de inversiones de capital y en exploración para el año 2000 incluyó, se distribuyó de acuerdo a la nueva estructura de negocios descripta, aproximadamente en $ 890 millones de inversiones de capital y en exploración en el segmento de Exploración y Producción, aproximadamente $ 270 millones en Refino y Marketing, las cuales incluyen aproximadamente $ 67 millones en Brasil, aproximadamente $ 87 millones en inversiones de capital previstas para el negocio de Química, aproximadamente $ 16 millones de inversiones de capital en el negocio del GLP y aproximadamente $ 54 millones de inversiones para el desarrollo de la unidad de negocio de Gas natural y Electricidad.
En muchos de estos proyectos de inversión se incluyeron inversiones asociadas con proyectos ambientales tanto en el Upstream como en el Downstream, incluidos en el presupuesto de capital del año 1999, que adicionalmente, la Sociedad tiene constituida una provisión para remediar todo daño ambiental que pudiera ser causado por las operaciones. El saldo de dicha provisión al 31 de diciembre de 1999 era de $17 millones.
Una sociedad controlada por YPF International, Chemical Land Holdings, Inc. (“CLH”) tiene ciertas contingencias ambientales relacionadas con ciertos negocios discontinuados, entre ellas la relacionada con la venta de una ex subsidiaria química de Maxus, Diamond Shamrock Chemicals Company (“Chemicals”), a Occidental Petroleum Corporation (“Occidental”) en 1986.
Al 31 de diciembre de 1999 la previsión contabilizada en los libros de CLH por contingencias ambientales, incluyendo la mencionada precedentemente, totalizaba U$S 108 millones con los cuales la Sociedad se cubriría razonablemente todas estas contingencias ambientales.

Llegó el año 2000 en dónde se funciona el 27 de diciembre de ese mismo año en dónde la Asamblea General Extraordinaria de Accionistas, aprobó la fusión de YPF, Astra C.A.P.S.A. y Repsol Argentina S.A., compañías controladas de Repsol YPF, mediante la absorción de Astra y Repsol Argentina S.A. por parte de YPF, que tuvo efecto a partir del 10 de enero de 2001. Consecuentemente, los activos y pasivos de Astra y de Repsol Argentina S.A., se fusionaron con los de YPF a partir del de enero de 2001, e YPF aumentó su capital social en la suma de $ 403.127.930 representados por 40.312.793 acciones ordinarias escriturales Clase D, de valor nominal $ 10 cada una y 1 voto por acción. Con motivo de dicho incremento, el capital social de YPF fue de $ 3.933.127.930, representado por 393.312.793 acciones ordinarias escriturales de valor nominal $ 10 cada una y 1 voto por acción. Al 31 de diciembre de 2000, los activos corrientes de Astra y de Repsol Argentina S.A. ascendieron a $ 174 millones, sus activos no corrientes a $ 1.917 millones, sus pasivos corrientes a $ 904 millones y sus pasivos no corrientes ascendieron a $ 167 millones.

La composición historia de las acciones de YPF estaría de la siguiente forma : En el mes de enero de 1999, Repsol adquirió 52.914.700 acciones Clase A en bloque (14,99% de nuestras acciones) que se convirtieron en acciones Clase D. Adicionalmente, el 30 de abril de 1999, Repsol anunció una OPA para comprar todas las acciones Clase A, B, C y O en circulación en virtud del cual en el mes de junio de 1999, Repsol YPF adquirió otro 82,47% de nuestro capital accionario en circulación. Repsol YPF adquirió una participación adicional de otros accionistas minoritarios, como resultado de otras transacciones en 1999 y 2000. En este orden, el grupo Repsol fue el propietario de aproximadamente el 99% de nuestro capital accionario desde el año 2000 hasta el año 2008, cuando Petersen Energía S.A. (“PESA”) adquirió en diferentes momentos acciones que representaban el 15,46% de nuestro capital social. Durante 2011, PESA adquirió un 10% adicional de nuestro capital social en circulación, por lo que hasta la promulgación de la Ley No 26.7 41 descripta a continuación, Repsol tenía una participación directa e indirecta de aproximadamente 57,43%, mientras que PESA y sus sociedades afiliadas contaban con una tenencia del 25,46% del capital de la Sociedad.
La Ley Nº 26.741 (la “Ley de Expropiación”), promulgada el 4 de mayo de 2012, declaró de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, así como la exploración, explotación, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos, a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social, la creación de empleo, el incremento de la competitividad de los diversos sectores económicos y el crecimiento equitativo y sustentable de las provincias y regiones, establecido en la mencionada norma.

Lo más importante es lograr comprender que la legislación sobre gobierno corporativo, tanto en Argentina mediante la ley 26.831 y la Resolución de la CNV N° 622/2013, como en Estados Unidos de América mediante la Ley Sarbanes – Oxley y sus regulaciones relacionadas, requiere un relevamiento, documentación y pruebas de eficacia del modelo de Control Interno que es un proceso diseñado para brindar seguridad razonable sobre la confiabilidad de los Estados Contables incluyendo las políticas y procedimientos que: o Permitan el mantenimiento de registros que en detalle razonable reflejen las transacciones y disposición de activos de YPF Provean seguridad razonable sobre el desglose de la información según lo requerido por las normas contables aplicables.