ENCUENTRO ENTRE EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA LATINOAMERICANA DEL LITIO Y EL SECRETARIO DE MINERÍA DE ARGENTINA: UN DIÁLOGO ENTRE MUNDOS DIVERGENTES

El miércoles 16 de octubre de 2024, a las 16 horas, tuvo lugar en la oficina 921 un trascendental encuentro entre el economista Pablo Rutigliano, Presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio, y el Dr. Luis Lucero, Secretario de Minería de la Nación Argentina.

Este acontecimiento, revestido de una gravedad que trasciende el mero intercambio de ideas, se erige como un fiel reflejo de las tensiones subyacentes en el ámbito minero nacional.
Según fuentes oficiales, la reunión no fue acompañada por el habitual despliegue de fotografías ni festines que suelen adornar los encuentros de tal magnitud. Sin embargo, lo que se vislumbró fue el cruento choque entre dos mundos, marcados por intereses diametralmente opuestos. En el centro de este diálogo se encontraban tres puntos fundamentales que Rutigliano presentó con la claridad que demanda la gravedad de la situación: la denuncia penal y la ampliación de la causa 3309/23, en relación con la subfacturación del carbonato de litio. Este tema, que representa no solo un cuestionamiento a la ética empresarial, sino también un ataque directo a la soberanía económica del país, exigió una atención prioritaria por parte de las autoridades presentes.
En este contexto, el funcionario del gobierno, en una actitud que podría catalogarse de desinterés absoluto, desvió el foco de la conversación hacia cuestiones que, aunque relevantes, palidecían en comparación con la urgencia del momento. Rutigliano cuestionó la omisión del secretario respecto a si la Cámara contaba con afiliados con personería jurídica en Argentina, lo que revela un intento de diluir la importancia de la representación legítima de los actores del sector. Mientras el presidente de la Cámara delineaba un panorama que reflejaba la dura realidad del litio en Argentina, el secretario parecía más preocupado por sus vínculos internacionales que por la defensa de los recursos naturales de la nación.
A medida que avanzaba la reunión, Rutigliano fue armándose con pruebas contundentes que revelaban la complejidad de la industria del litio en el país. Insistió en la necesidad de apoyar a la Cámara Latinoamericana del Litio, fundada en Argentina, en vez de favorecer una Cámara Internacional creada posteriormente en Londres, la cual, en su esencia, podría percibirse como un intento de deslocalización de las decisiones que afectan directamente a nuestro país. Entre risas, Rutigliano señaló la notable similitud entre las iniciativas de ambas cámaras, sugiriendo que estas parecían diseñadas para asegurar que las empresas mineras con concesiones en Argentina estuvieran registradas en el extranjero, perpetuando así una clara cartelización del sector.
En medio de este agitado intercambio, Rutigliano presentó la estructura del mercado de metales y futuros, exponiendo cómo, en un sistema donde prevalecen las ideas de libertad económica, el libre mercado debería ser el norte a seguir. Esta defensa de principios liberales encontró eco en las declaraciones del propio secretario en la Cámara Internacional del Litio, donde había manifestado su apoyo a la libre competencia. No obstante, este enfoque se tornó irónico al considerar que, en una reunión en Londres, todos los representantes de la mesa nacional de litio, junto con el secretario, se fotografiaron y sostuvieron reuniones con Rio Tinto, una de las corporaciones más influyentes del sector. Tal escena ilustra el profundo dilema moral que enfrenta la política minera argentina, atrapada entre el interés nacional y las seducciones de las alianzas internacionales.
Uno de los puntos más candentes del debate fue la propuesta de Rutigliano sobre la visibilización y publicación de los precios de todos los commodities, incluido el litio, en la República Argentina, a través de la innovadora iniciativa presentada como el proyecto de ley nro 2403/23. Esta propuesta, cargada de una relevancia que podría transformar la dinámica del sector, tiene el potencial de generar un conflicto significativo, dado que pone en tela de juicio las estructuras de poder que han mantenido a la industria en un estado de opacidad.
Finalmente, Rutigliano introdujo el concepto de tokenizar los activos mineros, una estrategia que promete revolucionar la gestión de los recursos naturales y potenciar el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones  (RIGI). Subrayó que, si no se adoptan estos enfoques innovadores, la industria minera argentina se verá atrapada en un ciclo de cartelización que limitará su desarrollo y su capacidad de generar valor agregado. Según diversas fuentes y el propio Rutigliano, la reunión fue tensa y carente de sinergias. Sin embargo, lo que emergió con claridad fue la necesidad imperiosa de defender la soberanía argentina, sin importar el color político, y de abordar este tema con el respeto que merece.
Es esencial que todos comprendamos cómo Argentina ha dejado de percibir 3600 millones de dólares al no declarar el litio como commodity. Los recursos naturales, en lugar de ser utilizados en beneficio del pueblo argentino, han sido objeto de transacciones que favorecen a unos pocos en un entorno de irregularidades y normativas poco transparentes. Este escenario ha generado una falta de competitividad en un sector controlado y cartelizado. Por ello, es hora de democratizar no solo la minería, sino toda la economía, pues la libertad de un país debe fluir por las venas de cada uno de sus ciudadanos. Es en la defensa de nuestros recursos y en el cumplimiento de nuestros objetivos donde reside la verdadera esencia de la soberanía nacional finalizo Rutigliano.