JUBILADOS: DEL RECLAMO SALARIAL AL LLAMADO A “VOTAR BIEN”
Al cabo del Congreso anual de la entidad, el presidente de la Confederación General de Jubilados, Pensionados, Retirados y Adultos Mayores del País, Carlos Valle, reiteró sus críticas por el bajo nivel de ingresos de muchos jubilados y pensionados, a la vez que llamó a sus pares a que el domingo 22 “voten, y voten bien”.
La
Confederación General de Jubilados,
Pensionados, Retirados y Adultos Mayores del País realizó este miércoles en
Buenos Aires su Congreso Anual Ordinario. Reunidos en la sede central de la Unión de los Trabajadores del Instituto
–UTI-, en el barrio de San Telmo, los integrantes de la entidad que preside
Carlos Valle, debatieron a lo largo del día temas diversos, aunque finalmente
coincidiendo en dos grandes cuestiones: el bajo nivel de ingresos que afecta a
la mayoría de los pasivos, y el desafío que representan las inminentes
elecciones nacionales.
Precisamente
en estas dos cuestiones se centró la charla que al término del encuentro
mantuvimos con el presidente de la entidad que agrupa a todos los pasivos del
país. Carlos Valle comenzó la charla agradeciéndole a UTI –el gremio del PAMI-
y a su secretario general, Osvaldo Barreñada, por la hospitalidad brindada (la
Confederación que conduce Valle posee oficinas en la sede que UTI tiene en la
calle Perú y realiza sus congresos en la sede central del gremio, ubicada en
Carlos Calvo al 700).
A
renglón seguido, Valle recordó que la Confederación que conduce “ya cumplió sus 75 años de vida” (fue
creada en 1948) y destacó: “Para nosotros
es un orgullo porque es la primera confederación del mundo, de allí que sea
madre y rectora del resto. Y tiene mucha más importancia fuera que dentro de
nuestro país. En cualquier caso, es una de las dos entidades de tercer grado
inscripta como tal en la justicia argentina: una es la CGT y la otra, la
nuestra”.
Pero
no todas son rosas en lo que hace a la Confederación, y así lo explicó Valle: “La diferencia radica en lo económico-financiero:
a diferencia de los compañeros de la CGT, nosotros tenemos que estar buscando y
peleando desesperadamente para conseguir un peso.
En este punto –agregó-, debo señalar que hay un proyecto de ley que nos permitiría seguir
adelante sin sobresaltos, pero hace tiempo que está en el Congreso sin que
ningún diputado lo trate. La idea es que haya un aporte solidario colectivo de
todos los jubilados del país (no les pedimos plata ni a los empresarios, ni al
Estado ni a los trabajadores en actividad), de apenas el 0,01 % del salario de
cada uno. Una suma prácticamente ínfima, pero que en el conjunto representaría
un gran aporte para la Confederación, en la cual están representados todos los
jubilados argentinos.
Sin embargo, el proyecto no sale. Nunca
lo tratan, le dan vueltas y más vueltas y siguen sin tratarlo…
Dijo que la Confederación
es más importante en el mundo que acá…
Valle: Es verdad. Pasa que la nuestra en una
entidad madre, que fundó una gran cantidad de entidades (confederaciones,
organizaciones y uniones de jubilados) en América latina y Europa. Yo
soy uno de los triunviros que conducen la entidad que reúne a América Latina y
el Caribe, junto a la doctora Heredia Camargo, de Panamá, y Waldemar González,
de Uruguay.
-
Cuéntenos cuál es el trabajo concreto de la Confederación
dentro de la Argentina.
V.: Acá ejercemos la defensa permanente de
los jubilados, pensionados y adultos mayores en general. Y con un gran
esfuerzo, porque muchas veces nos cuesta mucho hacernos oír.
-
Estos momentos son difíciles para todos, pero suponemos que
en el caso de los adultos mayores esas dificultades son mucho más grandes. Y
mientras eso les ocurre, a días de las elecciones, ustedes escuchan a más de un
candidato hablar de recortes, de quita de subsidios, de una virtual eliminación
de la salud pública y hasta de una eventual desaparición del PAMI y la Anses…
V.: Sí.
Creo que eso es producto de la ignorancia, además de la desesperación por
llegar al poder y servir a una potencia extranjera (Valle apunta, sin nombrarlo, a uno de
los candidatos en particular). Esa
ignorancia y esa desesperación los llevan a querer terminar con todo; incluso
sugieren que venderían el PAMI, que es un ente público pero no es estatal sino
que pertenece a los trabajadores en actividad y a los jubilados, algo que
posiblemente no sepan. Claro, de ser por ellos, venderían hasta a la madre; de
hecho ya hablaron de la venta de órganos y hasta de vender las Malvinas.
Pero nosotros tenemos hoy, ahora mismo,
otros problemas, tal vez menos graves pero más acuciantes: muchos de nosotros
cobran menos del mínimo, como por ejemplo los discapacitados, que reciben un 30
por ciento menos, y la PUAN es de un 20 por ciento menos que el mínimo. Para
decirlo de otra forma, y sin querer hacer un juego de palabras, debo decir que
el mínimo no es el mínimo, o que hay un mínimo para unos y otro mínimo –más
mínimo todavía- para otros…Es una locura.
-¿Y la movilidad? ¿Y la
nueva moratoria?
Y, bueno… Eso no tiene nada que ver con
lo que había hace más de ocho años. En el caso de la moratoria, porque tienen
que pagar un porcentaje mayor. Y la movilidad no es la misma, aplicaron una fórmula
incorrecta que perjudica al jubilado. Tratando de morigerar ese perjuicio
pedimos que aplicaran una “cláusula gatillo” pero no nos dieron ni la hora… Por
eso digo que hay cosas que no pueden continuar como hasta ahora, realmente. Pero
luchar contra todo eso se nos hace muy cuesta arriba. Porque parece que, en la
ignorancia de la dirigencia, no se tiene en cuenta el hecho de que nuestro
sector social es el más grande: los jubilados somos millones, unos cuantos
millones y esto sin contar a los pensionados, a los discapacitados y a los
veteranos de Malvinas… Pese a esto, no se nos tiene en cuenta, nos pasan por
alto; no se nos atiende siquiera por una cuestión meramente política o, en
estos días, electoral. Muchos jubilados no fueron a votar en las PASO, y muchos
otros votaron cualquier cosa, porque votaron con bronca.
Ya que tocó el tema
electoral y para despedirnos… ¿Qué mensaje les da a sus compañeros jubilados?
Ante
todo, reitero nuestro mensaje permanente de unidad: si no estamos unidos no
iremos a ningún lado. Pero en este momento tan particular del país, destaco
nuestra obligación de ir a votar y acordarnos de Luis Sáenz Peña (“Quiera el pueblo votar”) y de Juan B.
Justo (“Sepa el pueblo votar”). Dicho
más sencillo: vayamos a votar y votemos bien, sepamos de antemano a quién
debemos votar y por qué.