UN GRUPO INVERSOR ADQUIRIÓ LA MILLONARIA DEUDA DE VICENTIN CON BANCOS INTERNACIONALES

Cima SA tomó control de la deuda internacional de la agroexportadora Vicentin, que asciende a más de 447 millones de dólares. La operación fue comunicada a la Justicia, aunque lo

s detalles sobre las condiciones económicas del acuerdo no fueron revelados.
Con esta maniobra, Cima se posiciona como un jugador clave en el futuro de la cerealera santafesina, que enfrenta un proceso judicial prolongado desde que se declaró en quiebra hace cinco años. Entre los acreedores internacionales afectados, la deuda se desglosa en casi 206 millones con IFC, más de 122 millones con FMO, 46 millones con ING, 23 millones con RaboBank, 12 millones con MUFG y SMBC, y cerca de 10 millones con Natixis.
En un comunicado oficial, el grupo inversor explicó su decisión:
“Adquirimos esta deuda con el objetivo de destrabar el proceso judicial y avanzar hacia una solución que permita reactivar la principal compañía agrícola de bandera argentina”.
Además, destacaron su compromiso con la continuidad laboral de los empleados de Vicentin:
“Como representantes del mayor acreedor del concurso, buscamos una pronta resolución que contemple los intereses de todas las partes, priorizando la conservación del capital humano”.
El futuro de Vicentin: entre la Corte Suprema y un eventual salvataje
La cerealera propuso un plan de pago a sus acreedores, que inicialmente fue rechazado por el juez Fabián Lorenzini pero aprobado en segunda instancia tras una apelación. Actualmente, la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe analiza una nueva apelación, cuya resolución será decisiva para definir si se habilita el “cramdown” o salvataje.
Cima SA ya está estableciendo diálogos con actores clave, como el Grupo Grassi, para explorar su participación en un posible rescate de la empresa.
“Estamos dispuestos a sumar valor y trabajar en conjunto con todas las partes interesadas, para encontrar soluciones justas que permitan el desarrollo sostenible de Vicentin”, afirmaron desde el grupo inversor.
La expectativa ahora está puesta en la decisión judicial y en cómo esta definirá el rumbo de una de las compañías más importantes del sector agrícola argentino.