PROYECCIONES DEL LITIO EN EL MUNDO: LA GEOPOLÍTICA Y EL FUTURO DE LA ELECTROMOVILIDAD

El despertar del mercado de los commodities ha comenzado a reconfigurar el mapa geopolítico global, y en particular, el poder de articular la explotación y los beneficios derivados de los minerales críticos, como el litio.


Este mineral, esencial para la transición energética y la expansión de la electromovilidad, se perfila como uno de los temas clave para el año 2025, especialmente durante el segundo y cuarto trimestre. En este contexto, resulta fundamental comprender las dinámicas de la oferta y la demanda, los factores que influyen en la fijación de precios y los impactos geopolíticos de su producción y comercialización.
Para entender cómo se desarrollará este sector, es imprescindible observar el dominio de China, que controla aproximadamente el 48% del mercado global del litio. A lo largo de los últimos años, el país asiático ha aumentado gradualmente sus compras de litio, lo cual ha impulsado los precios de este commodity. Se espera que el precio del carbonato de litio se mantenga en una tendencia alcista durante el segundo trimestre de 2025, con valores que podrían oscilar entre los 15.000 y los 18.000 USD por tonelada métrica (TN). Este aumento será también reflejado en la Bolsa de Metales de Londres, donde los precios seguirán una senda ascendente, alcanzando los 18.000 y, posiblemente, los 25.000 USD por tonelada en el tercer trimestre del año.
Sin embargo, este fenómeno de aumento de precios tiene un impacto directo en la formación de contratos y en la dinámica de los mercados internacionales. En particular, se prevé que muy pocos actores puedan cerrar contratos de compra-venta de carbonato de litio debido a la escasez de producción en el Triángulo del Litio, compuesto por Argentina, Bolivia y Chile. La producción de litio en estos países ha sido insuficiente para satisfacer la creciente demanda, lo que ha generado dificultades para fijar precios estables a nivel global. Este escenario presenta un reto adicional para la cadena de valor de la electromovilidad.
La Demanda de Electromovilidad: Un Crecimiento Moderado pero Prometedor
Aunque la transición hacia la electromovilidad avanza, aún se encuentra en una fase incipiente. Según las estimaciones actuales, por cada diez vehículos de combustión interna, solo uno es eléctrico. Las señales del mercado son aún débiles para comprender con exactitud el potencial de la demanda futura, lo que plantea interrogantes sobre la velocidad con la que se consolidará el sector de los vehículos eléctricos (VE). Sin embargo, se prevé que en los próximos meses la situación cambiará, y que la demanda de vehículos eléctricos experimentará un crecimiento del 14% en 2025, tomando ritmo hasta alcanzar su primer pico hacia el final del segundo trimestre.
Este aumento de la demanda contribuirá directamente a una aceleración del proceso de adopción de la electromovilidad, lo que a su vez impulsará el precio del litio. Según diversos estudios realizados sobre el índice de litio, se observa que, tras periodos de alzas y bajas prolongadas, como el que se prevé para el primer trimestre de 2025, el mercado comenzará a ajustarse, mostrando una tendencia alcista en la segunda mitad del año. A medida que la demanda de vehículos eléctricos siga aumentando, se espera que el precio del carbonato de litio continúe su ascenso, formando un sector de mercado más consolidado para la electromovilidad en el futuro cercano.
El Desafío Geopolítico del Litio en América Latina
Para que este ciclo de expansión continúe, es de suma importancia que los países latinoamericanos que conforman el Triángulo del Litio —Argentina, Bolivia y Chile— adopten una postura estratégica común en cuanto a la producción y comercialización de este mineral. Actualmente, la región carece de un consenso sobre cómo fijar precios de manera equitativa a nivel internacional, lo que ha generado incertidumbres en cuanto al futuro del mercado del litio. En este sentido, se hace necesario que estos países determinen al litio como un commodity estratégico, permitiendo así establecer precios más estables y adecuados a las realidades de la oferta y la demanda globales.
Uno de los mayores desafíos para el desarrollo de la producción de litio en la región es la falta de herramientas financieras adecuadas que permitan a los proyectos avanzar con rapidez. La capacidad de aumentar la producción de carbonato de litio en América Latina está actualmente limitada, en gran parte, por la falta de inversiones en infraestructura y tecnología que aceleren la extracción y el procesamiento. Aunque algunos proyectos podrían estar en condiciones de iniciar la producción en un plazo de 12 meses, la tasa de crecimiento es lenta, lo que limita la capacidad de satisfacer la creciente demanda de litio en el mercado global.
Este panorama, además, ha generado una disminución en el interés de los inversores. Los términos poco atractivos y la incertidumbre política y económica en algunos de los países productores han hecho que muchas empresas se vean disuadidas de invertir en la región. Para los inversores, la falta de claridad sobre la estabilidad del mercado y las políticas locales dificulta la toma de decisiones, y los riesgos asociados con la inversión en el sector se han incrementado.
El Futuro del Litio: Un Pilar Fundamental para la Electromovilidad Global
Pese a los obstáculos que enfrenta el mercado del litio, el mineral sigue siendo de vital importancia para el futuro de la electromovilidad. La creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero han impulsado a gobiernos y empresas a apostar por la electrificación del transporte. Este fenómeno no solo se limita a los países industrializados, sino que está ganando terreno en mercados emergentes, donde se espera que la demanda de vehículos eléctricos crezca de manera sostenida en los próximos años.
En este contexto, el litio jugará un papel central en la cadena de suministro de las baterías que alimentan estos vehículos, lo que a su vez permitirá la transición hacia un modelo de transporte más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles. Se estima que en un plazo de diez años, los vehículos eléctricos dominarán las carreteras de todo el planeta, y con ello, la importancia del litio solo aumentará.
Sin embargo, para que este futuro se materialice, será esencial que los actores involucrados —tanto productores como consumidores— trabajen juntos en la creación de un mercado más estable y predecible, que permita tanto a los países productores como a los inversores encontrar incentivos claros para seguir desarrollando el sector. Si bien la industria del litio enfrenta desafíos significativos, también presenta una oportunidad única para transformar la movilidad global y contribuir al bienestar de las futuras generaciones.