LA ERA DE LOS CIBERATAQUES: LOS NUEVOS EJÉRCITOS DIGITALES QUE AMENAZAN LA INFRAESTRUCTURA DE LOS ESTADOS

El avance de la digitalización en todas las esferas de la vida social, económica y estatal trajo consigo una nueva forma de conflicto: la guerra digital. En diálogo con Agenda Energética, el especialista en seguridad y geopolítica tecnológica Carlos Christian Sueiro advirtió sobre la aparición de una nueva fuerza militar silenciosa pero poderosa: los ciber-ejércitos.
“La revolución digital trajo consigo una nueva arma. Ya no hablamos solo de tierra, mar y aire. Hoy existe un cuarto escenario de combate: el ciberespacio”, explicó Sueiro. Y agregó: “Las principales potencias del mundo —Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Corea del Norte— han conformado ejércitos digitales capaces de atacar desde lejos las estructuras más sensibles de los Estados”.
Sueiro explicó que el blanco principal de estas operaciones no son objetivos militares tradicionales, sino la infraestructura crítica civil: redes eléctricas, suministro de gas, plantas de agua potable, aeropuertos, hospitales y sistemas de transporte. “Un apagón masivo, la interrupción del sistema de salud o el colapso de los semáforos de una ciudad pueden generar caos sin necesidad de disparar un solo misil”, afirmó.
LOS PRIMEROS ATAQUES DIGITALES
Según detalla el experto, la Federación de Rusia fue pionera en este tipo de acciones con ataques a Estonia en 2007 y a Georgia en 2008. “Luego se enfocaron en Alemania, durante los años 2015 y 2016, y promovieron campañas de desinformación en redes sociales en el Reino Unido, en el marco del Brexit, e incluso interfirieron en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016”, señaló.
Estos episodios marcaron el inicio de lo que se denomina guerra híbrida, donde las armas tradicionales conviven con herramientas digitales capaces de paralizar sociedades enteras.
“Una megalópolis moderna depende completamente de la conectividad. Si colapsa el sistema digital, colapsa todo lo demás: no hay energía, no hay agua, no hay logística ni alimentos”, alertó Sueiro.
ATAQUES AL ADN: LA NUEVA FRONTERA INVISIBLE
Pero el panorama se vuelve aún más alarmante al considerar lo que Sueiro llama “la segunda generación de ciberataques”: aquellos dirigidos a las bases de datos genéticos. “Hoy es posible hackear una base de datos de ADN, modificar diagnósticos médicos, alterar tratamientos o incluso diseñar amenazas biológicas personalizadas”, dijo.
Según explicó, los biochips y secuenciadores de ADN son vulnerables a ataques informáticos. “Ya se ha detectado la posibilidad de insertar malware en microchips biomédicos que manipulen datos o filtren información genética sensible”, detalló. También señaló que dispositivos médicos implantables, como marcapasos o bombas de insulina, podrían ser hackeados a distancia, con consecuencias letales.
LA NECESIDAD DE UNA RESPUESTA COORDINADA
Frente a este escenario, Sueiro considera que es urgente una coordinación internacional que incluya a especialistas en informática, biotecnología, medicina y seguridad. “La protección del ciberespacio no puede quedar librada a cada país. Se necesita un marco común, con protocolos de defensa y respuesta rápida. El futuro de la seguridad global depende de eso”, concluyó.
La advertencia está sobre la mesa. En plena era digital, la defensa de un Estado ya no depende solo de su fuerza militar tradicional, sino también de su capacidad para proteger los datos, los sistemas y los cuerpos de sus ciudadanos frente a una amenaza invisible, pero cada vez más concreta.