MINERIA
ARGENTINA TIENE SU PRIMERA CRIPTOMONEDA CON BASE EN EL LITIO
La cotización de la moneda virtual estará atada a las reservas físicas de litio para reducir la volatilidad.
Hoy en la Argentina hay dos minas de litio en operación, una en construcción, 18 proyectos avanzados y muchos otros en investigación. Exportamos unas 40.000 toneladas de carbonato de litio, que podrían ascender a las 135.000 toneladas si se toman en cuenta todos los proyectos en operación y en construcción. Según estimaciones oficiales, para 2030 el país puede llegar a alcanzar una participación del 17% en la provisión global (desde el 7% actual).
Crece la industria del litio en el país: hay 21 proyectos de extracción por 93 millones de toneladas
En ese punto será vital el desarrollo de una industria del litio local con foco en la electromovilidad (allí confluye el 80% de la demanda) e inversión privada que permita potenciar tanto la fase primaria como la industrialización, con vistas a la hipotética producción de baterías y vehículos eléctricos. ¿Cómo se relaciona todo esto con una criptomoneda?
“Planteamos desarrollar Atómico 3 como una moneda virtual atada a las reservas físicas de litio que tienen las pymes en las provincias. Muchas empresas quedaron endeudadas a altas tasas en el exterior y ahora no pueden explorar, perforar ni extraer. Con la criptomoneda podrán nutrirse de los usuarios inversores”, sintetizó Pablo Rutigliano, creador del proyecto, en diálogo con Ámbito.
Economista con experiencia en el asesoramiento de empresas mineras en el país, creó el Mercado de Metales y Futuro, impulsó la Cámara Argentina del Litio y la Cámara Latinoamericana del Litio, y cree que Atomico 3 es “el lugar hacia donde van las criptomonedas. En el futuro, los mercados de cereales tendrán su cripto en función de las reservas reales de trigo, soja o maíz. También la plata y el oro. Es el nuevo modelo económico que se está gestando”.
Periodista: ¿Cómo se gestó la idea de una criptomoneda del litio?
Pablo Rutigliano: Trabajé para compañías mineras y vi las problemáticas financieras que tenían, sin posibilidades de proyectarse. Una criptomoneda atada a las reservas de litio permitirá a esas empresas nutrirse de los usuarios inversores para desarrollarse. Hay compañías mineras de litio que no pueden extraer ni una cucharita de té, en la etapa embrionaria se endeudaron a tasas altas en el extranjero, y están en un cuello de botella; tienen las reservas, los recursos naturales, pero no pueden extraerlos.
P: ¿Cómo funcionará Atómico3?
PR: Tendrá el aval de las reservas físicas, que esas empresas tienen verificadas a través de un formulario muy costoso y que les da su valuación. Eso permitirá liberar activos y traccionarlos a través de la criptomoneda, que estará respaldada por un fideicomiso que contemple las reservas de carbonato de litio y que pueda adquirir empresas que tengan certificadas la valuación de sus reservas. El problema actual de muchas monedas digitales es su volatilidad porque no tienen respaldo y no están reguladas, lo que acentúa su inestabilidad. Este es un proyecto estructural: la idea es que tenga sinergia con un proceso de electromovilidad y que sea un activo transable en ese mercado, que con la cripto puedas comprar un auto eléctrico o pagar el seguro para un auto eléctrico.
P: ¿Cómo se determinará su precio?
PR: Con la valuación de los estados contables del propio fideicomiso que se presentará en los mercados. Luego el mercado empezará a regular ese universo de oferta y demanda, pero siempre atado al fideicomiso y sin la volatilidad que tienen las criptomonedas sin reservas ni garantías. También elaboramos un índice con el precio del carbonato del litio en la región, una variable que estará publicada según las reglas de Standard & Poor’s, lo que permitirá una mayor oportunidad de análisis y transparencia a los empresarios.
El litio tiene alta demanda por su aplicación en diferentes industrias.
El litio tiene alta demanda por su aplicación en diferentes industrias.
Foto: Jujuy Dice
PR: ¿En qué etapa se encuentra?
PR: La matriz económica ya está estudiada. Hablamos con inversores locales e internacionales y tenemos acuerdos con bancos digitales. Ahora trabajamos la parte tecnología, legal, impositiva, y estamos en tratativas con los reguladores. Queremos el consenso de todos los actores del mercado y la participación de los sectores público y privado, por la credibilidad que le dará a la criptomoneda.
P: ¿Tuvieron conversaciones con el gobierno?
PR: Sí, hablamos con la secretaría de Minería. Y hay varias provincias participando. Invitamos a todos y queremos muchos acuerdos: hace poco anunciamos el que hicimos con la Cámara Minera chilena y en la próxima reunión de la Cámara Latinoamericana del Litio se presentarán empresas de Chile, Perú, Bolivia, México y Brasil y también vendrán funcionarios. Queremos unificar posiciones en pos del litio y la electromovilidad más allá de las cuestiones políticas.
P: ¿Cuál es el objetivo final?
PR: Participar de la cadena de valor y del mercado de la electromovilidad, ayudando a mejorar la oferta latinoamericana. Muchas compañías tienen problemas en la región producto de la pandemia. Entonces vienen las empresas extranjeras, se adecuan a la tecnología y se llevan 40.000 toneladas de carbonato de litio, que después procesan afuera y lo único que queda es el pago de regalías. No hay una cadena de valor, y para generarla hay que impulsar a las pymes a través de un mercado y un instrumento que pueda darles credibilidad ante los inversores.
P: ¿Hay proyectos similares en marcha?
PR: Relacionado a reservas físicas no, pero habrá muchas criptomonedas así en el futuro. La volatilidad sideral de Bitcoin determinará que estén atadas a valores de garantías. Los mercados de cereales tendrán su criptomoneda en función de las reservas reales de trigo, soja o maíz, también la plata y el oro. Es el nuevo modelo económico que se está gestando.