“MASACRE LABORAL EN RÍO TERCERO”: EL SINDICATO QUÍMICO DENUNCIA 120 DESPIDOS Y UNA OPERACIÓN DE FLEXIBILIZACIÓN ENCUBIERTA

Lucas Felici, secretario gremial del Sindicato Químico y Petroquímico, denunció una brutal ola de despidos en la empresa Petroquímica Río Tercero. Con tono firme y en defensa de los trabajadores, habló de una “masacre laboral y económica” que golpea de lleno a la ciudad y a toda la región cordobesa.

“Desde las 4 de la mañana militarizaron la fábrica. Infantería adentro y afuera, como si los trabajadores fueran enemigos del Estado”, relató Felici con indignación en diálogo con EL DELEGADO. Aseguró que aún no se había clarificado la situación para quienes ingresaron la noche anterior, y que muchos obreros permanecían dentro del predio sin información oficial, atrapados entre la incertidumbre y el miedo.

Según el gremialista, se ejecutaron 120 despidos, lo que deja reducida a la mitad una planta que, hace no mucho, contaba con 375 trabajadores. "El 9 de octubre ya habían despedido a un centenar, cerrando una línea de producción clave: el TDI. Ahora van por más", advirtió.

Felici sostuvo que detrás de esta avanzada existe una estrategia empresarial encubierta. "Nosotros denunciamos un lockout desde la semana pasada. Vaciaban tanques, paraban la producción. Hoy vemos las consecuencias: buscan forzar una reestructuración aprovechando un contexto político de permisividad y desprotección laboral".

Desde el sindicato exigen la intervención inmediata del Ministerio de Trabajo, que ya había intimado a la firma a dar respuestas. Sin embargo, “la contestación de la empresa fue directamente romper con toda la legalidad y ejecutar los despidos en masa”, acusó.

Esta no es la primera vez que la planta vive un conflicto severo. En octubre, tras 90 días de acampe, se logró reincorporar a parte del personal cesanteado. “Pero ahora vienen por todo: buscan romper el convenio colectivo, precarizar a los laburantes y rediseñar la empresa a espaldas de sus trabajadores y de la comunidad”.

El dirigente fue tajante: “Lo que están haciendo es aprovecharse del clima político, donde la flexibilización laboral se esconde detrás de discursos de modernización. En realidad, es lisa y llanamente una embestida contra los derechos conquistados”.

Felici también apuntó contra la clase política: “Que los diputados de Córdoba que votaron a favor de estas reformas den la cara. En Río Tercero hay una masacre laboral que va a arrasar con toda la economía local. No solo estamos hablando de obreros de la petroquímica: esto impacta en los comercios, en los servicios, en las familias. Es una catástrofe social”.

Consultado por la situación, el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, reconoció que solo mantuvo “una comunicación informal” con los dueños, y admitió que la empresa le aseguró que “seguirá funcionando”, aunque reconoció que enfrenta una “reestructuración” que, en los hechos, significa achicar drásticamente el plantel de trabajadores.

Ferrer también pidió “no involucrar a Atanor”, otra firma del polo químico, que estaría analizando nuevas inversiones. “Una cosa no tiene nada que ver con la otra”, dijo el jefe comunal, al tiempo que reconoció el impacto ya visible en la economía local: “La primera tanda de despidos ya se notó en el consumo y en las familias. Y ahora esto se repite”.

El Sindicato Químico y Petroquímico mantiene el estado de alerta y movilización, exige la reincorporación inmediata de los despedidos y responsabiliza directamente a la patronal por “quebrar la legalidad” y al gobierno provincial por no intervenir con firmeza.

“No vamos a entregar ni uno solo de nuestros derechos. Esto es una batalla por la dignidad del trabajo en Córdoba”, sentenció Felici.